Según informó la agencia Xinhua, Hu, el vicepresidente Xi Jinping, el viceprimer ministro Li Keqiang y otros mandatarios se interesaron por el estado de salud de los tres cosmonautas (Jing Haipeng, Liu Wang y Liu Yang, esta última la primera mujer de China en viajar al cosmos).
El presidente chino felicitó a los tres por el éxito logrado la semana pasada, cuando llevaron a cabo los primeros acoplamientos de una nave tripulada china (la "Shenzhou IX", en la que viajaron al espacio) con el módulo.
El cosmonauta Jing señaló al mandatario que "los astronautas chinos ya tienen su sitio en el espacio" y destacó que el viaje por ahora se lleva a cabo sin contratiempos.
Hu agradeció a los tres su contribución al programa espacial chino y destacó que espera que el regreso a la Tierra (que podría producirse en las próximas horas) sea exitoso.
Con este programa, China, el tercer país que consiguió llevar astronautas al espacio (el primero en 2003), quiere demostrar que está equipada tecnológicamente para trabajar en bases permanentes en el cosmos, frente a las reticencias de países como EE.UU. a que Pekín participe en la Estación Espacial Internacional (ISS).
China planea instalar su primer laboratorio en el espacio hacia 2016 y disponer de una base espacial permanente a finales de esta década.
Al mismo tiempo que China lleva a cabo esta misión, desarrolla otra en las profundidades marinas de nuestro planeta, donde el sumergible "Jiaolong" consiguió superar el pasado fin de semana la marca de los 7.000 metros bajo la superficie, un nivel al que pocos países han conseguido llegar.
La coincidencia en el tiempo de estos dos hitos para la tecnología china ha sido aprovechada por la prensa oficial para elogiar el rápido desarrollo del país, en un año de aumento del control de la información y la propaganda comunista, debido al cambio de poder que se prepara el próximo mes de octubre.