La nota soberana holandesa "está bien apuntalada por la flexible y diversa competitividad de la economía y por los superávit del país a nivel de inversiones internacionales", ha destacado Fitch.
Igualmente, la calificación holandesa "se ha beneficiado del perfil de crédito de las instituciones domésticas, de la sólida gestión presupuestaria y del quórum político sobre la disciplina fiscal", ha añadido.
Así, y pese a la caída del gobierno en abril, la coalición minoritaria y la oposición consiguieron acordar un plan de reducción del déficit que puso, según Fitch, a Holanda en la línea de los compromisos del pacto europeo de estabilidad.
La agencia destaca la resistencia de la economía "a pesar de la crisis de la eurozona y las contribuciones a los distintos programas de ayuda a otros socios de la UE en 2011".
Fitch advierte sin embargo que "un empeoramiento dramático de la crisis de la eurozona puede tener un revés adverso en la pequeña y abierta economía holandesa y presionar a una rebaja de su calificación", destaca el comunicado.
La nota triple A "no será inconsistente pese a que se espera que el déficit se exceda del 3% marcado en Maastricht", apunta Fitch.
Y es que "Fitch confía que medidas adicionales de consolidación ayudarán a reducir el déficit holandés por debajo del 3% de cara a 2013".
Por otro lado, Fitch califica al sistema bancario holandés de "sólido", dado que "está solo parcialmente expuesto a otras economías de la eurozona y sus riesgo marco financieros".
La agencia prevé en el medio plazo para Holanda "algunos retos como el ajuste del mercado inmobiliario y el envejecimiento de la población" que provocarán "presión en las finanzas públicas".