La privatización de la exploración espacial dio un salto crucial con la puesta en órbita de Dragon, la primera cápsula comercial que llevará media tonelada de suministros a la Estación Espacial Internacional (EEI).
Después de dos postergaciones y un lanzamiento abortado este mes, un cohete Falcon 9, de la empresa Space Exploration Technologies (SpaceX), despegó las 07:44 GMT desde Cabo Cañaveral, en Florida, llevando en su tope la cápsula no tripulada.
La agencia espacial estadounidense NASA, que el año pasado puso fin a la era de transbordadores con los cuales se construyó la EEI, ha firmado un contrato de 1,600 millones de dólares con SpaceX para una docena de misiones de reabastecimiento de la estación que orbita a unos 385 kilómetros de la Tierra.
El cohete Falcon 9 fue lanzado cuando la EEI orbitaba sobre el Atlántico norte, y unos diez minutos después la confirmación de que la cápsula Dragon había alcanzado su órbita causó júbilo en la sala de control de misión y entre los jóvenes técnicos de SpaceX.
"El significado de este día no puede exagerarse", dijo el administrador de la NASA, Charles Bolden, tras la partida del cohete. "Estamos transfiriendo al sector privado nuestro transporte a la EEI de manera que la NASA pueda centrarse en lo que hacemos mejor: la exploración más profunda de nuestro sistema solar".
Por su parte el multimillonario sudafricano Elon Musk, fundador, ejecutivo principal y diseñador jefe en SpaceX, dijo en una conferencia de prensa que, después de todas las postergaciones "el lanzamiento de hoy fue una gran alegría. Para nosotros fue como ganar la final del fútbol".
Si todo funciona como está programado, en el tercer día de su misión la Dragon, que lleva más de media tonelada de alimentos, ropas y equipos de laboratorio, se acoplará a la EEI y allí permanecerá unos 18 días.
La cápsula tiene capacidad para 3.3 toneladas de carga, pero dado que ésta es una misión de prueba, transporta sólo materiales importantes pero no críticos, indicó la NASA. La mayor parte de lo fletado en esta ocasión consiste en ropa y comida.
De esta forma la EEI, en la que Estados Unidos ha invertido unos 50,000 millones de dólares de los más de 100,000 millones que cuesta, y los seis astronautas que la habitan recibirán los primeros abastecimientos transportados por una nave de la empresa privada.
Musk, de 40 años de edad, que fundó SpaceX en 2002 y posee más de 70 millones de acciones de la firma, fue cofundador del sistema de pagos por internet PayPal (ahora parte de EBay), y es el ejecutivo principal de Tesla Motors, que fabrica automóviles eléctricos.
De acuerdo con SharesPost, SpaceX, en la que Musk ha invertido 100 millones de dólares, tiene un valor de unos 2,370 millones de dólares, y el empresario indicó en febrero que probablemente en 2013 hará la primera oferta pública de acciones.
La semana pasada, en un comunicado de prensa, SpaceX indicó que tiene más de 4,000 millones de dólares en ingresos bajo contrato, incluidos sus negocios con el gobierno y las ventas comerciales.
La exploración espacial, que germinó y creció durante la Guerra Fría, ha sido mayormente una empresa vinculada a los programas militares de los gobiernos, y hasta ahora sólo vehículos desarrollados por los gobiernos de Estados Unidos, Europa, Japón y Rusia han atracado en la EEI.
Pero ninguna de esas naves tiene la capacidad para traer de retorno a la Tierra cantidades significativas de los experimentos científicos que se conducen en la EEI, como la tenían los transbordadores, y como tiene la Dragon.
La Dragon lleva, además, las esperanzas de cientos de estudiantes que han elaborado proyectos de investigación y experimentación, en su mayoría de biología o química, para que se lleven a cabo en la EEI.