Los datos oficiales serán computados esta noche tras el cierre del registro y serán publicados por el gobierno griego mañana, viernes, a las 06.00 GMT.
Para que siga adelante el proceso por el cual la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) den luz verde a un nuevo rescate de 130,000 millones de euros, es esencial que los tenedores de al menos dos tercios (66.7 por ciento) de la deuda griega se comprometan hoy con el previsto canje de bonos.
Esos dos tercios se computan sólo sobre los bonos registrados bajo la ley griega, unos 177,000 millones de euros de los 206,000 que serán reestructurados, ya que el resto de títulos están inscritos bajo ley británica y otras leyes, por lo que sus poseedores deberán realizar una votación aparte sobre si aceptan o no las condiciones de la quita.
La reestructuración de esa enorme deuda deberá suponer la condonación de unos 107,000 millones de euros a través de un canje de los bonos actuales por otros depreciados algo más de la mitad de su valor.
Por el momento, una treintena de grandes bancos internacionales -entre los que se encuentran Deustche Bank, BNP Paribas y BBVA, además de varias entidades privadas griegas- han anunciado su participación, según informó este miércoles el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF).
Esos bancos poseen en total unos 84,000 millones de euros.
Además, dos bancos públicos griegos no computados en el anterior grupo, el Banco Postal de Grecia y ATEbank, han accedido a la quita.
En cuanto a las cajas de pensiones públicas, ocho de estas entidades (con unos 3,310 millones en bonos), se han unido al proceso, así como los 19,000 millones en fondos de la Seguridad Social manejados por el Banco Central de Grecia, señaló el portal informativo heleno In.gr.
Sin embargo, otro grupo de cajas de pensiones públicas, con unos 3,400 millones de euros en deuda, se ha negado a participar.
Según cálculos realizados por Efe, los fondos confirmados para la quita son ya de unos 115,000 millones de euros, es decir, cerca de un 65 por ciento de los fondos a reestructurar regidos por la ley griega.
En declaraciones a Efe, una fuente del ministerio de Finanzas que pidió el anonimato se mostró el miércoles confiado en que "no habrá problemas" para llegar al número necesario de acreedores.
Una vez realizado el cálculo de cuántos acreedores se suman a la quita, el gobierno griego consultará el viernes con sus socios europeos si aplica las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC), que obligarían a sumarse a la condonación de la deuda también a los acreedores reacios a ello.
Dicha operación implicaría el riesgo de que sea interpretada como un impago efectivo por parte de las agencias de calificación de riesgo, algo que activaría los seguros CDS que diversos inversores contrataron para proteger sus bonos ante una posible suspensión de pagos de Grecia.
Con todo, para que las CAC entren en acción sería necesario que los poseedores del 75 por ciento de la deuda griega votasen a favor de ellas.