Las negociaciones, que deberían dar como resultado una alianza que se presentaría en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra en marzo, contemplan que el fabricante estadounidense no pueda controlar más de ese 5 por ciento de PSA sin autorización del grupo galo, en virtud de una cláusula de "statu quo", señala el diario.
Ambos grupos buscan llegar a un acuerdo que favorezca el "desarrollo conjunto de vehículos, motores y sistemas de transmisión en Europa, con el objetivo de generar economías estructurales", indica Les Echos, que cita a "fuentes próximas a la negociación".
PSA, que no comentó la información del diario, reconoció la semana pasada que mantiene conversaciones para eventuales alianzas, mientras que el gobierno francés confirmó que uno de los candidatos es GM.
El grupo francés había intentado una alianza con el japonés Mitsubishi, pero el proyecto no fraguó y se abandonó hace dos años, en particular por las reticencias de la familia Peugeot a renunciar a su capacidad de control.
En Francia existe un modelo de alianza en el sector del automóvil, formado por Renault Nissan-Daimler, mientras que General Motors alcanzó en 2000 un acuerdo con el italiano Fiat que concluyó cinco años después.