El grupo Jebsen abrirá cuatro concesionarios de Porsche en China en dos años

El grupo alemán de mercadotecnia y distribución de productos de lujo Jebsen, especializado en el mercado asiático, invertirá unos 74 millones de dólares (55 millones de euros) en construir cuatro nuevos concesionarios de la marca de vehículos deportivos Porsche en China en los próximos dos años.

Según recoge hoy el diario oficial Shanghai Daily, Jebsen comercializó en 2011 el 27 por ciento de todos los vehículos Porsche vendidos en China, Hong Kong y Macao.

La firma espera abrir cuatro puntos de venta de la marca Porsche en los tres polos económicos estratégicos del país: Pekín (noreste), Shanghái y Hangzhou (este) y Shenzhen (sureste) para finales del año que viene.

"El mercado se está volviendo muy competitivo, así que con estas inversiones en personal, infraestructuras y mercadotecnia estaremos en una posición fuerte para servir mejor a este sector", comentó el director de la compañía, Mark Bishop.

Para Porsche, China se ha convertido en su segundo mayor mercado mundial, sólo por detrás de Estados Unidos, al que se espera que el gigante asiático supere también hacia 2014.

En 2010 Porsche vendió más de 13,800 vehículos en el mercado chino, lo que supuso un aumento interanual de más de un 60 por ciento, y en la primera mitad de 2011 ya aumentó sus ventas hasta casi igualar esas cifras, con 12,267 unidades entre enero y junio, un 50 por ciento más que en el primer semestre de 2010.

Porsche, que exporta a China sus vehículos fabricados en Alemania, vende en este país desde noviembre de 2001, cuando puso un primer concesionario en Pekín que durante su primer año sólo colocó en el mercado 27 coches deportivos.

Las ventas se dispararon a partir de 2006, cuando la firma alemana empezó a exportar a China la segunda generación de sus todoterrenos Cayenne, lo que se vio impulsado aún más desde 2009, con el lanzamiento en Shanghái de sus deportivos de cuatro puertas Panamera.

Junto a estos dos modelos, en la actualidad Porsche también exporta a China deportivos de los modelos 911 Boxster y Cayman, y cuenta con cerca de 40 concesionarios de su propia marca en todo el país, más del triple de los 12 que tenía en 2007.

Sin embargo, la marca alemana todavía tiene que afrontar problemas de escasez en el suministro a la hora de aumentar sus ventas en el mercado oriental, ya que en ocasiones los clientes chinos están llegando a esperar cerca de un año para hacerse con los vehículos desde que los encargan.

La compañía tiene planes para aumentar su presencia en China y desarrollar más productos concebidos a medida para el mercado chino.

Además espera exportar a ese mercado los modelos más nuevos de su deportivo 911 desde este mismo año, lo que se sumará al reciente lanzamiento del Panamera Turbo S, en sus versiones tanto híbrida como de motor de gasolina.