Los cristianos de Nigeria dicen que responderán si vuelven a ser atacados

Los cristianos de Nigeria afirmaron hoy que responderán con sus propios medios, si son nuevamente atacados por los radicales islámicos del país, puesto que no pueden depender de la protección del Gobierno nigeriano, informó hoy el diario privado local Punch.

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El reverendo Issac Achi (2d) intenta calmar a la multitud que se reúne en la iglesia católica de Santa Teresa en Madalla, cerca de Abuja, Nigeria, donde tuvo lugar la explosión de una bomba, el pasado25 de diciembre.

"La comunidad cristiana está perdiendo rápidamente la confianza en la habilidad del Gobierno a la hora de proteger nuestro derecho a la libertad de religión y a la vida", dijo anoche el presidente de la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN), Ayo Oritsejafor, durante una reunión con el jefe de Estado nigeriano, Goodluck Jonathan.

"La opinión generalizada de la comunidad cristiana de Nigeria es que no se nos ha dado otra opción más que la de responder apropiadamente si se producen más ataques sobre nuestros miembros, iglesias y propiedades", agregó Oritsejafor.

Las declaraciones del presidente de la CAN se producen tres días después del ataque con explosivos del grupo islamista Boko Haram sobre iglesias cristianas el día de Navidad en la localidades de Madalla, cerca de Abuya, Jos, la capital del estado norteño de Plateau, y Damaturu, en el estado de Yobe, también en el norte.

Según apuntó ayer el Gobierno nigeriano, un total de 34 personas murieron en los atentados, mientras que otras 62 resultaron heridas, aunque fuentes de los servicios de emergencia que acudieron al lugar de las explosiones aseguraron que al menos 40 personas fallecieron.

"Consideramos (este último ataque) como una declaración de guerra sobre los cristianos y sobre Nigeria como entidad", apuntó también anoche el presidente de la CAN.

"Después de haber examinado la pauta y la frecuencia con la que se producen estos crímenes, llegamos a la conclusión de que encaja en la yihad islámica que se ha estado llevando a cabo sobre la comunidad cristiana en los últimos años", añadió Oritsejafor.

El presidente de la CAN criticó durante su reunión con Jonathan que los líderes islámicos no hayan condenado adecuadamente los ataques y les culpó del clima de violencia que se vive en el país.

"La comunidad cristiana cree que la respuesta del Consejo Supremo de Asuntos Islámicos (SCIA, en inglés), y otros cuerpos islámicos sobre este asunto son inaceptables y suponen una renuncia de sus responsabilidades en favor de sus miembros más extremistas", afirmó Oritsejafor.

"Queda constancia de que los líderes religiosos, tradicionales y políticos más importantes del norte de Nigeria no han condenado las actividades de Boko Haram abiertamente. Les consideramos responsables de lo que está sucediendo porque no han llevado a cabo medidas concretas para controlar los excesos de sus miembros", añadió.

Ante las declaraciones del presidente de la CAN, que empeoran el ya tenso ambiente de Nigeria, el jefe de Estado del país pidió a los cristianos y musulmanes que trabajen juntos para combatir el terrorismo, y prometió que su Gobierno renovaría el sistema de seguridad para poder enfrentarse con mayor efectividad a los ataques.

"Insto a los líderes religiosos, tanto musulmanes como cristianos, a que trabajen unidos, porque el terrorismo es como un cáncer: brota en un lugar determinado pero se extiende a todos los órganos del cuerpo", afirmó Jonathan.

"A nivel de seguridad, estamos haciendo todo lo que podemos. Vamos a llevar a cabo una reestructuración, un reajuste, y vamos a hacernos con un equipo que será capaz de enfrentarse con el reto", añadió.

Ayer, en una supuesta represalia por los atentados del día de Navidad, al menos siete personas, seis de ellas niños, resultaron heridas al explosionar un artefacto casero en una escuela coránica en el sur de Nigeria.

Nigeria es el país más poblado de África, con más de 150 millones de habitantes, en el que alrededor del 50 por ciento son musulmanes, la mayoría de los cuales residen en la mitad norte, y el otro 50 % son cristianos, asentados en la mitad sur.