El economista jefe para Europa de esa agencia de calificación de riesgo, Jean-Michel Six, declara hoy en el diario "Le Monde" que esa flexibilidad del BCE es "por el momento limitada", sin pronunciarse abiertamente por un incremento de las intervenciones del banco en el mercado de deuda.
Six reconoce la presión que existe sobre el BCE y constata que la respuesta de esta institución es la de que no se puede comprometer en apoyo de los Estados "sin tener la seguridad concreta y creíble sobre las estrategias de recuperación a medio plazo" de las economías de los países de la zona euro.
El responsable de S&P alerta además que los bancos europeos se verán confrontados a principios de 2012 a "necesidades de financiación exterior muy importantes" y advierte que eso podría tener consecuencias sobre la deuda pública de los Estados.
Eso sería así si tuvieran que "apelar a la ayuda" estatal, añade Six, quien por otro lado recuerda que la legitimidad de las agencias de calificación de riesgo como S&P viene dada por el uso que hacen los inversores de sus valoraciones.
"Si estos consideraran que las calificaciones no son fiables, no prestarían interés y nuestro crédito se hundiría", reconoce.
Six afirma sobre las agencias como la suya que "hacemos análisis de fondo y reaccionamos después de reflexionar" y añade: "no somos comentaristas mundanos".
Y recuerda que la crisis actual comenzó en 2008 antes de acelerarse a principios de 2011. Luego, desde junio, los mercados parece que se cierran ante las necesidades de financiación de todos los Estados de la zona euro".
"En grado diverso, todos suscitan la desconfianza de los grandes inversores internacionales. Seis meses después, el estado de alerta es muy elevado", confiesa Six.
Y respecto al anuncio sobre la posibilidad de revisión a la baja de la calificación de los países de la zona euro, asegura que "hemos querido lanzar una señal fuerte para advertir de la gravedad de la crisis que afecta a la eurozona".
Y además, para "subrayar de manera destacada los retos a los que se enfrenta la unión monetaria (...) no reaccionamos constantemente, añade o después de cada Consejo Europeo", agrega Six.