Lu Qing, esposa del artista y representante legal de la empresa acusada por las autoridades chinas de evasión fiscal, fue convocada para un interrogatorio por parte de la policía, anunció el propio Ai, que se declaró “muy preocupado”.
Hace unas semanas Ai pagó una fianza de 8.25 millones de yuanes (1.2 millones de dólares), para recurrir a la multa de 2.4 millones de dólares que le reclama el fisco chino a su empresa, Beijing Fake Cultural Development.
Un supuesto delito de fraude fiscal fue la razón por la cual Ai Weiwei –reconocido artista internacional y voz crítica con el gobierno chino- fue detenido el pasado 3 de abril en el aeropuerto de Pekín, cuando se disponía a viajar a Taiwán para preparar una exposición.
Ai está siendo también investigado por un supuesto delito de pornografía, al aparecer desnudo en unas fotografías.
Los observadores independientes y los defensores de derechos humanos aseguran que la detención de Ai, retenido durante tres meses de forma secreta, obedecen a una maniobra de Pekín para desactivar al activista en su lucha por las libertades civiles.
Su arresto, así como la detención y hostigamiento de decenas de abogados y otros activistas en los últimos seis meses, fue criticado por la comunidad internacional y por organizaciones defensoras de derechos humanos, que temen un retroceso en la creación de un Estado de derecho en China.