Además, en su intervención en el XXIV Simposio Moneda y Crédito, ha advertido de que países del euro -sin citar explícitamente a ninguno- deben llevar adelante "urgentemente" las reformas estructurales necesarias y emprender políticas fiscales sostenibles.
Las turbulencias financieras y la crisis actual de la deuda soberana han recordado la importancia de contar con instituciones que garanticen un mecanismo de ajuste eficaz a las crisis económicas, ha explicado González-Páramo.
Y en uniones monetarias es aún más significativo porque los países, ha recordado, comparten su soberanía monetaria y carecen de la posibilidad de maniobrar los tipos de interés para corregir los desequilibrios internos y externos.
En cualquier caso, un día después de que Grecia aparcara su referéndum y el BCE decidiera bajar los tipos de interés hasta el 1.25 por ciento, González-Páramo insistió en que la prioridad de la política monetaria en la zona del euro debe seguir orientada en el objetivo de lograr la estabilidad de precios.
Porque aunque los bancos centrales pueden contribuir a la estabilidad financiera, por ejemplo suministrando liquidez, ha subrayado que la política monetaria no puede sustituir la necesidad de que los gobiernos y las entidades privadas cumplan con sus responsabilidades.