Trudeau, que a finales de octubre viajó a Florida para reunirse con el presidente electo donde intentó convencerle de que no castigue a Canadá con aranceles del 25 %, afirmó hoy en un evento en Ottawa que hay políticos y "fuerzas reaccionarias" que quieren dar marcha atrás a los derechos de las mujeres.
"Se suponía que estaríamos en una marcha constante, aunque difícil, hacia el progreso. Y aún así, hace pocas semanas, Estados Unidos votó por segunda vez no elegir a su primera mujer presidenta", continuó el primer ministro.
"En todos los lados, los derechos de las mujeres y el progreso de las mujeres están bajo ataque, de forma abierta o sutilmente. Quiero que sepan que soy y siempre seré un orgulloso feminista. Siempre tendrán en mí y en mi Gobierno un aliado", añadió ante una audiencia mayoritariamente feminista.
Trudeau tiene previsto reunirse este miércoles con los jefes de Gobierno de las 11 provincias del país para informarles del plan para invertir 1,000 millones de dólares canadienses (710 millones de dólares estadounidenses o 670 millones de euros) para reforzar la seguridad fronteriza.
Trump ha afirmado que aplicará aranceles del 25 % a Canadá y México hasta que cese el flujo de drogas e inmigrantes indocumentados procedentes de esos dos países.
Tras la amenaza, Trudeau cenó con el presidente electo en su residencia de Mar-a-Lago. Durante esa cena, Trump bromeó que la solución a los devastadores aranceles que quiere imponer es que Canadá se integre en Estados Unidos como un estado más.
Esta semana, en una continuación de su broma, Trump llamó a Trudeau el "gobernador" del "gran estado de Canadá".