Según destacó la Casa Blanca en un comunicado, invertir en los trabajadores estadounidenses es fundamental para hacer crecer la economía de manera equitativa y resiliente, aumentar la competitividad de la nación y garantizar la seguridad económica del país.
El Ejecutivo estadounidense recordó que ha promovido en el pasado estándares laborales para garantizar una competencia justa, estabilidad y eficiencia en proyectos que cuentan con apoyo federal, pero subrayó que esas herramientas pueden y deben ser empleadas de forma más amplia.
A la hora de seleccionar proyectos que vayan a recibir ayuda federal, según la nota, se insta a las agencias gubernamentales a priorizar planes que promuevan una relación positiva entre los trabajadores y la dirección, salarios dignos y beneficios para la seguridad económica de la plantilla, como días de baja pagados.
Ejemplos de esas buenas prácticas son iniciativas que contemplen acuerdos de negociación colectiva y de beneficios comunitarios y neutralidad por parte del empresario respecto a la organización sindical.
Se quiere apostar también por proyectos que combatan la discriminación que limita a las minorías la contratación en empleos altamente remunerados y que ofrezcan una formación de calidad, así como que protejan la salud del personal.
"Un trabajo es mucho más que un salario. Se trata de tu dignidad, de tu lugar en la comunidad", dijo Biden en el acto en Ann Arbor (Míchigan) en el que firmó esa orden ejecutiva, donde subrayó que su Administración "pone a los trabajadores primero" e invierte "en todos" ellos.