El indicador de otoño de "Ernst&Young Eurozone Forecast (EEF)" reduce las expectativas que hizo públicas el pasado junio, cuando pronosticaba que la economía española crecería en 2011 un 0.7 por ciento y un 1.2 por ciento el año siguiente.
De este modo se aleja aún más de la previsión del Gobierno, que espera que España crezca un 1.3 por ciento del PIB este año y 2.3 el que viene, y es incluso más pesimista que el FMI, que calcula 0.8 por ciento y 1.1 por ciento, respectivamente, y la Comisión Europea, que se sitúa en 0.8 por ciento y 1.5 por ciento, según los últimos informes publicados.
EEF advierte de que los últimos movimientos turbulentos de los mercados han dañado la percepción de los inversores sobre el riesgo asociado a la deuda española, a pesar de los "importantes avances" de las reformas emprendidas por el gobierno.
Según el servicio de estudios, la economía española todavía se encuentra en un periodo de recuperación "muy inicial" y vinculado sobre todo a las decisiones de los responsables políticos de la zona euro para demostrar que existe "un claro y creíble cortafuegos para prevenir el contagio de la crisis a España".
De lo contrario, alerta el informe, "el riesgo sistémico seguirá siendo una amenaza" para el país.
Dentro de España, a juicio del presidente de la consultora en este país, José Miguel Andrés, es necesario hacer "más atractiva" la contratación indefinida, mejorar la transparencia de las finanzas públicas y continuar con el proceso de consolidación fiscal con implicación de las comunidades autónomas y los ayuntamientos.
En este contexto y dada la débil perspectiva de la demanda interna, las estimaciones del EEF no prevén un cambio de tendencia en la inversión, con una contracción del 6 por ciento en 2011, y un comportamiento totalmente plano en 2012, tras cuatro años consecutivos de fuertes caídas.
En cuanto al consumo, y debido al proceso de consolidación fiscal y al desempleo (21 por ciento previsto para este año) entre otros factores, generará un crecimiento marginal del 0.3 por ciento y el 0.4 por ciento para 2011 y 2012, respectivamente.
Así las cosas, el comercio exterior seguirá siendo el único indicador que contribuya al crecimiento de la economía española, con un incremento de las exportaciones de bienes y servicios del 6.8 por ciento para este año.
En la zona euro la crisis de deuda soberana y la amenaza de contagio a toda la región han incrementado "considerablemente" las posibilidades de entrar de nuevo en recesión, según el estudio, que rebaja la previsión de crecimiento en 2011 del 2 al 1.6 por ciento "siempre que se produzca una reestructuración ordenada de Grecia".