Se espera que la votación sea un simple trámite, ya que la propuesta cuenta con el respaldo mayoritario del actual gobierno de coalición, cuyos seis partidos suman 126 de los 200 diputados del Eduskunta.
Se prevé que voten en contra los 74 diputados de los dos grupos de la oposición, el ultranacionalista Verdaderos Finlandeses, que siempre ha sido muy crítico con los rescates europeos, y el Partido de Centro de la exprimera ministra Mari Kiviniemi.
Los jefes de Estado y de gobierno de los 17 países del Eurogrupo acordaron el 21 de julio aumentar los avales y garantías del FEEF desde los 440,000 millones de euros hasta los 780,000 millones, de los que Finlandia debe aportar unos 14,000 millones.
Asimismo, acordaron conceder al FEEF una mayor maniobra de acción para garantizar la estabilidad financiera de la zona euro y generar confianza en los mercados, dotándole de tres poderes que anteriormente no tenía.
El acuerdo permitirá al FEEF prestar dinero a los países con problemas financieros para evitar que se deteriore aún más su situación; financiar la recapitalización de bancos afectados por las amortizaciones de deuda; y comprar en los mercados secundarios bonos soberanos de los países en graves dificultades.
Hasta la fecha, ocho países han ratificado la reforma de este fondo temporal de asistencia financiera, que será sustituido en 2013 por otro de carácter permanente, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEF).
Se trata de España, Bélgica, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Portugal.
Otros tres países tienen previsto pronunciarse sobre la ampliación del fondo de rescate europeo esta semana: Eslovenia, cuyo Parlamento vota hoy, Finlandia, que lo hará mañana, y Alemania, donde el Bundestag tomará una decisión el jueves.
En el consejo extraordinario del 21 de julio, los 17 países del Eurogrupo aprobaron también el segundo rescate financiero de Grecia, un paquete de ayuda valorado en 109,000 millones de euros de fondos públicos más otros 50,000 millones de acreedores del sector privado.
Este acuerdo, que también debe ser ratificado por los parlamentos nacionales, se encuentra en punto muerto debido a las exigencias de Finlandia de obtener de Atenas garantías colaterales a cambio de aportar los 1,400 millones de euros que le corresponden.
Las demandas de Helsinki han recibido la oposición frontal de países como Luxemburgo y Alemania, mientras que otros, como Holanda, Austria, Eslovenia y Eslovaquia, exigen el mismo tipo de garantías.
Aunque los gobiernos de la zona euro llevan semanas barajando diversas alternativas, todavía no han logrado encontrar una solución que pueda ser aceptada por todas las partes.