Para alcanzar la meta 2.2 del Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 'Hambre Cero', hay que empezar a cambiar la narrativa de alimentar por nutrir a la gente, explicó Neufeld, según un comunicado de la oficina subregional para Mesoamérica de FAO, situada en la Ciudad de Panamá.
"No necesitamos llenar estómagos, necesitamos nutrir cuerpos, porque sabemos que hay un costo económico para el país si la gente no está nutrida y eso no se trata solo de un estómago lleno de calorías, eso implica una dieta saludable", afirmó la directora de la División de Alimentación y Nutrición de la FAO en Roma.
Neufeld visitó Panamá para reunirse con equipos de los sectores de salud, academia, agencias de Naciones Unidas, organismos centroamericanos y profesionales.
El objetivo fue intercambiar conocimientos y fortalecer la discusión en torno a los marcos habilitantes para la Seguridad Alimentaria y Nutricional en Mesoamérica, entre ellos el Plan para la Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Plan SAN CELAC 2030) y el Plan de Acción Regional de la Política de Seguridad Alimentaria y Nutricional del SICA (POLSAN SICA 2032).
En este diálogo se identificaron estrategias intersectoriales y multidisciplinarias para la actualización y efectiva implementación de estas políticas, y se sentaron las bases para que los expertos y tomadores de decisiones de las instituciones especializadas del SICA puedan colaborar e impulsar iniciativas conjuntas y compartir mejores prácticas, en busca de una acción coordinada y reforzada en la región en materia de seguridad alimentaria y nutrición.
En este sentido, Neufeld destacó que muchas de las acciones que se necesitan para mejorar los sistemas agroalimentarios para la nutrición son los mismos que se requieren para detener y mitigar los efectos del cambio climático.
Entre esas acciones mencionó la promoción y conservación de la biodiversidad, la reducción de las pérdidas y los desperdicios de alimentos, y el fortalecimiento de las políticas de protección de los sistemas alimentarios indígenas.
Estas iniciativas que deben encararse de manera conjunta, tienen un carácter urgente a juicio de los expertos de FAO, "ya que en Centroamérica y la República Dominicana persiste la coexistencia de la subalimentación, la inseguridad alimentaria, la pobreza y diversas formas de malnutrición, especialmente en niñas y niños menores de cinco años, donde el retraso en el crecimiento es mayor en comunidades indígenas".
Además, agregaron, la región enfrenta "un incremento acelerado de sobrepeso, obesidad y de enfermedades no transmisibles asociadas con malos hábitos alimentarios".
Por su parte, en Mesoamérica el 22.2 % de la población no pudo acceder a una dieta saludable en 2021, lo que se traduce en que 34.2 millones de personas no alcanzaron a consumir una dieta adecuada en energía por día que garantice el equilibrio nutricional y la diversidad alimentaria.