Con el Oporto, al que regresó en 2019 tras su periplo en Turquía y después de una década exitosa en el club blanco, Pepe ha alcanzado su segunda madurez y, lejos de lo que se especuló, no llegó en busca de un retiro dorado, sino para impulsar a un club que quiere volver a ser un grande de Europa.
El central brasileño internacional con Portugal sumará este miércoles en el partido de ida contra el Arsenal su encuentro número 119, en el que lo más destacable serán sus condiciones físicas muy sobresalientes, a pesar de los 41 años que cumplirá el 26 de febrero.
Precisamente, Képler Laverán Lima Ferreira se ha convertido en esta edición de la Liga de Campeones en el jugador más veterano de la historia en marcar, ya que anotó dos tantos en la fase de grupos.
Desde que comenzara este año la 'Champions', Pepe ha insistido una y otra vez en el mismo mensaje: "Quiero un Oporto ganador".
Esa es su meta y, de momento, ha logrado que el conjunto que entrena Sérgio Conceição sea uno de los más goleadores (15 en la fase de grupos), con un bloque muy aguerrido que le ha valido esta campaña el respeto de los grandes de Europa.
El central ha disputado, salvo por una pequeña lesión de dos semanas y por las sanciones de expulsiones, todos los partidos de la Liga de Portugal, mientras que en la Liga de Campeones solo se ha perdido un encuentro a causa de la misma lesión.
Los minutos no le pesan, de momento, y cada vez se habla con más fuerza en Portugal de la renovación del central luso, que aún no se ha cerrado debido a que el Oporto está inmerso en el proceso electoral para elegir presidente del club, donde el veterano Pinto da Costa tendrá como rival al entrenador André Villas-Boas.
Su contrato finaliza en junio de este año, pero sus galones de capitán y su estado de forma apuntan a que continuará enrolado en los 'dragones'.
A nivel personal, Pepe también es un fijo para el seleccionador de Portugal, el español Roberto Martínez, por lo que el central tiene en mente disputar la próxima Eurocopa de fútbol que se celebrará este verano en Alemania.
Pepe llegó a Portugal en el año 2001 tras ser traspasado al conjunto insular del Marítimo, donde, como ha contado en numerosas ocasiones, tras bajarse del avión tuvo que elegir entre gastarse el poco dinero que llevaba para llamar por teléfono a su madre o comprar un bocadillo.
Escogió la primera opción y después fue invitado por el camarero de un restaurante del aeropuerto de Funchal, que más tarde pasó a denominarse "Aeropuerto de Cristiano Ronaldo", jugador con el que Pepe ha vivido sus mejores momentos, tanto en el Real Madrid como en la selección lusa.