Así lo dictó ayer miércoles David Foley, el juez del condado de Chautauqua (noroeste del estado de Nueva York), respondiendo a una moción de la defensa del agresor, Hadi Matar, que argumentaba que el nuevo libro de Rushdie puede contener información utilizable como prueba.
El novelista planea publicar en 16 de abril 'Cuchillo (Knife: Meditations After an Attempted Murder)', unas memorias en las que relata lo vivido el 12 de agosto de 2022, cuando iba a dar una conferencia en un evento literario en una institución de Chautauqua y fue apuñalado por Matar.
Rushdie, británico-indio, de 76 años, quedó gravemente herido por el ataque, que le hizo perder un ojo y dejó una mano casi paralizada, mientras que Matar, estadounidense de origen libanés, de 24 años, fue acusado de intento de asesinato y agresión, ambos delitos en segundo grado.
El abogado del acusado, Ned Barone, el martes solicitó tiempo para conseguir una copia del manuscrito e "intentar obtener ciertos materiales", puesto que "cualquier declaración escrita o grabada sobre el ataque, hecha por cualquier testigo", puede constituir una prueba, según un comunicado de la Fiscalía de Chautauqua.
El fiscal, Jason Schmidt, declaró ayer en una rueda de prensa su frustración por el "retraso de última hora" tras meses de preparación sin que se concrete una nueva fecha de juicio, y criticó que la defensa de Matar sabía desde mitad de octubre sobre la publicación del libro de Rushdie.
"Tener que reiniciar la máquina dentro de varios meses y poner todo en marcha otra vez es en mi opinión un tremendo despilfarro de recursos del condado, pero puedo asegurar al público que no cambiará el resultado final", agregó el fiscal.
El acusado permanecerá en la cárcel del condado mientras avanza el proceso de obtención del manuscrito y su análisis, indicó la Fiscalía.
Matar se declaró inocente de los cargos y dijo que sentía aversión hacia el escritor por "atacar el Islam", pero negó estar en contacto con Irán o haber leído entero su libro 'Los versos satánicos' (1988), por el que el régimen islámico iraní emitió una fetua (decreto religioso) contra él.