"Me duele Francia. Una situación inaceptable. Estoy con la familia y los allegados de Naël, este angelito que se ha ido demasiado pronto", escribió en su Twitter la estrella francesa, que cuenta con 12,5 millones de seguidores en esa red.
Mbappé colgó este mensaje a primera hora de la mañana, poco después de que las fuerzas del orden detuviesen a 24 personas por participar en los disturbios que se produjeron esta madrugada en varias ciudades de la periferia de París en protesta contra la muerte de Naël.
Este adolescente, de 17 años, falleció el martes por los disparos de un brigadier, de 38, quien soltó el gatillo después de que el joven se saltase un control policial, un gesto investigado por las autoridades, aunque visto por muchos como desproporcionado.
El delantero francés, de 24 años, compartía además con Naël el color de la piel.
Mbappé, de madre argelina y padre camerunés, ha hecho también de la lucha contra el racismo una de sus banderas.
En 2021, cuando la selección de Francia resultó eliminada ante Suiza en la Eurocopa por un penalti que falló, Mbappé vio sus redes inundadas de ataques a su color de piel.
El jugador denunció pública y judicialmente los insultos e incluso se planteó abandonar la selección con la que se había proclamado campeón del mundial en 2018.
Una de sus particulares batallas es que las redes sociales regulen ese tipo de comportamientos discriminatorios, al tiempo que ha pedido a los propios futbolistas profesionales más implicación para atajar cualquier atisbo de invectivas racistas en los estadios.
A pesar de ser uno de los deportistas mejor pagados del planeta, el chico de Bondy, ciudad de la periferia parisina en la que creció, se ha esforzado en mostrar su compromiso social en varias vertientes.
Preside la fundación "Inspired by KM" (Inspirado por Kylian Mbappé"), con la que pretender ayudar a la emancipación de 98 menores en situación precaria a través de la educación.