Bruselas destacó que esta normativa "contribuirá a aumentar la sostenibilidad global del sistema alimentario y a alcanzar los objetivos del Plan de Acción de Economía Circular" de la Unión Europea.
"Los plásticos son buenos para preservar la comida, pero su uso tiene que ser sostenible", subrayó el vicepresidente del Ejecutivo comunitario para el Pacto Verde, Frans Timmermans, quien destacó que las nuevas normas dan claridad a los productores de alimentos "para usar más plásticos reciclados en el embalaje".
Por su parte, la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, afirmó que aproximadamente la mitad de los recipientes de plástico de la UE se usan para productos alimentarios, por lo que el bloque tiene que asegurar que el sector "transite hacia una producción de alimentos más sostenible de forma segura y eficiente" y, para ello, el uso de plásticos reciclados es "clave".
En esta línea, las nuevas normas establecen los criterios para autorizar procesos de reciclado para la fabricación de materiales que serán utilizados para embalar alimentos y también da a la industria pautas sobre procesos para el reciclado de plásticos que en la actualidad no pueden utilizarse para estar en contacto con comida.
La normativa también aporta una "base clara" a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) para sus evaluaciones sobre la sostenibilidad de las tecnologías de reciclado y la seguridad de los materiales que resultan de dichos procesos.
Por otro lado, permite la concesión de autorizaciones individuales para más de 200 PET (tereftalatos de polietileno), un material que se utiliza para fabricar envases y tejidos sintéticos y que contribuirá a que el sector del plástico alcance el objetivo de que al menos un 25 % de las botellas sean fabricadas con plástico reciclado para 2025.
Por último, las nuevas reglas crean un registro público de procesos de reciclaje, empresas de reciclaje e instalaciones de reciclaje.