Según recoge este viernes la prensa local, la NLRB concluyó que se debe mantener la victoria sindical en una instalación de Amazon en Nueva York que resultó histórica para el sindicalismo contemporáneo.
Lisa Dunn, la abogada de la NLRB que preside la audiencia, concluyó que Amazon no había podido demostrar que los resultados de esa votación fueron influenciados de manera inapropiada, según anunció un portavoz el jueves.
La recomendación de Dunn se produjo después de semanas de testimonio en una audiencia en la que participaron abogados que representan a Amazon y al Sindicato de Trabajadores de Amazon (ALU, en inglés).
“Si bien todavía estamos revisando la decisión, no estamos de acuerdo con la conclusión y tenemos la intención de apelar”, dijo un portavoz de Amazon en un comunicado.
El gigante del comercio electrónico estadounidense tiene hasta el 16 de septiembre para apelar las recomendaciones de Dunn, que luego serán escuchadas por un director regional de la NLRB.
Finalmente, será el director regional el que determinará si pide una nueva elección sindical o valida los resultados.
En abril, más de 2,600 trabajadores del almacén de Amazon en Staten Island (Nueva York), conocido como JFK8, votaron para unirse al Sindicato de Trabajadores de Amazon, convirtiéndose en el primer grupo en votar a favor de sindicalizarse en una de las instalaciones estadounidenses de Amazon.
No obstante, la empresa en mayo trató de anular los resultados de las elecciones, presentó 25 objeciones en su presentación y alegó que los organizadores laborales intimidaron a los trabajadores para que votaran a favor.
Por su parte, el sindicato dijo en un comunicado publicado en Twitter que está satisfecho con las recomendaciones del oficial de audiencias, pero que "esto es solo el comienzo de una lucha mucho más larga”.
En mayo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió con decenas de líderes sindicales de grandes empresas estadounidenses como Starbucks y Amazon y dijo que están "inspirando un movimiento de trabajadores en todo el país que luchan por el sueldo y las condiciones que merecen".
Curiosamente, han sido empresas que se dicen "progresistas", como Amazon y Starbucks, -que se jacta de tener "socios, no empleados"- las que con más ahínco se están oponiendo a la sindicalización de sus trabajadores.