El gasto de los hogares, que representa más de la mitad de la economía japonesa, aumentó un 1.1 % el año pasado, una décima por debajo que en su informe previo publicado en febrero, y el consumo privado también se incrementó una décima menos, un 1.3 %, según cifras de la Oficina del Gabinete.
El país asiático también revisó a la baja, en este caso dos décimas, su crecimiento económico del último trimestre del año pasado (octubre-diciembre), hasta el 1.1 %, también por un consumo más débil de lo inicialmente calculado.
Tanto el consumo de los hogares como el consumo privado fueron rebajados tres décimas hasta un 2.5 % y un 2.4 %, respectivamente, lo que situó la demanda privada en un 1.6 % (frente al 1.9 % preliminar), aunque siguió siendo su incremento trimestral más fuerte de ese año.
En lo que respecta a las exportaciones en el mencionado trimestre, crecieron un 0.9 %, una décima menos que lo señalado en el informe previo; mientras que la inversión pública fue revisada cinco décimas al alza, hasta el 3.8 % interanual.
Aún así, Japón cerró 2021 con su economía al alza, después de los altibajos trimestrales provocados por las medidas anticontagios aplicadas para frenar las sucesivas olas del virus y que dañaron principalmente al consumo, y por el impacto en su producción industrial de los problemas en la cadena de suministro.
El crecimiento de octubre a diciembre, aunque menor de lo estimado en un principio, se produjo tras una contracción del 0.7 % en el trimestre de julio a septiembre.
Entre abril y junio la economía nipona avanzó un 0.6 %, tras haber caído un 0.5 % en los primeros tres meses del año.