El anuncio se produce poco después de cumplirse el primer aniversario del asalto al Capitolio protagonizado por centenares de partidarios del expresidente Donald Trump (2017-2021), en el que murieron cinco personas.
En su comparecencia en el Comité de Justicia del Senado, Olsen recordó que aquel suceso se sigue investigando y hasta la fecha han sido imputadas 725 personas.
"La amenaza del terrorismo nacional sigue aumentando", dijo el alto cargo, que señaló que la unidad perseguirá las actividades de quienes cometan actos violentos y criminales con el pretexto de lograr objetivos políticos.
Añadió que los extremistas violentos están motivados por una "mezcla de ideología y creencias religiosas" marcada por la "hostilidad racial" o los sentimientos "contra el Gobierno y contra la autoridad".
Con la nueva unidad, explicó, se pretende afrontar esta amenaza de una forma "apropiada" y "coordinar" los esfuerzos que hagan los fiscales en todo el territorio estadounidense ante las amenazas y actos que puedan cometer los extremistas violentos.
No obstante, reconoció que ya hay fiscales dedicados a la lucha contra el terrorismo nacional e internacional, aunque con esta nueva unidad se quiere "aumentar" los esfuerzos para combatir el extremismo violento dentro del país.