"Rusia planea una ofensiva militar contra Ucrania a comienzos de 2022 con el doble de fuerza de lo que vimos esta primavera durante los ejercicios rusos de la pasada primavera cerca de la frontera ucraniana", señalaron al diario Washington Post, el primero en acceder a estos nuevos informes de inteligencia.
Moscú ha estado movilizando de nuevo tropas en la frontera con Ucrania en las últimas semanas ante la creciente inquietud por parte de Washington y Kiev.
En concreto, los servicios de inteligencia de EE.UU., que cuentan con imágenes de satélite de estos movimientos, apuntan al traslado de cerca de 175,000 tropas rusas, junto con equipamiento y artillería.
Esta revelación se produce a la vez que el Kremlin anunciase que el presidente estadounidense, Joe Biden, y el ruso, Vladimir Putin, sostendrán una conversación telemática este martes, cita que aún no ha sido confirmada por la Casa Blanca.
El viernes Biden adelantó que está preparando "una serie de medidas" para defender a Ucrania en caso de que Putin decida lanzar un ataque militar.
Ucrania aspira a integrarse en la OTAN como mejor mecanismo de defensa ante la amenaza del Kremlin, que se anexionó en 2014 la península de Crimea y apoya abiertamente a las repúblicas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk.
Asimismo, el secretario de Estado, Antony Blinken, advirtió esta semana de que Washington y sus aliados golpearían a Moscú con fuertes sanciones económicas si decide atacar Ucrania, después de reunirse en Estocolmo con el ministerio de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
El asesor del Kremlin Yuri Ushakov confirmó el viernes que, además del estado "insatisfactorio" de las relaciones bilaterales y la implementación de los acuerdos en ciberseguridad y estabilidad estratégica alcanzados en Ginebra, ambos mandatarios también abordarán la situación internacional.
En particular, la actual crisis en Ucrania, pero también la situación en Afganistán, Libia y Siria, y el programa nuclear iraní.