La Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó que una denuncia anónima a la Policía del municipio de Chilchota reveló el hallazgo de las fosas, en un predio de difícil acceso ubicado en lo alto de una montaña del poblado indígena de Huecato.
Personal de la Unidad Especializada en la Escena del Crimen (UEEC) de la FGE, realizó diversas excavaciones que permitieron la exhumación de fragmentos óseos de cinco personas.
Los cadáveres fueron trasladados al Servicio Médico Forense (SEMEFO), donde serán sometidos a estudios para determinar su sexo, identidad y la causa de los decesos, aunque autoridades presumen que las víctimas fueron asesinadas a balazos.
Chilchota es un municipio indígena de Michoacán donde existe una cruenta lucha entre los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG), La Nueva Familia Michoacana, Los Reyes y Los Caballeros Templarios, los cuales se disputan a sangre y fuego el control de actividades ilícitas en la región.
Este crimen se suma al asesinato a balazos de cinco hombres cuyos cadáveres fueron abandonados la noche del domingo, por presuntos sicarios, en el municipio indígena de Tangamandapio, poblado donde el 1 de noviembre fueron asesinados 11 purépechas que recolectaban miel de abeja en una zona boscosa, para las ofrendas de la Noche de Muertos.
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, reconoció que el estado atraviesa por una grave crisis de violencia, que se agudizó desde el 2015 en los 113 municipios michoacanos.
Apenas en las primeras horas del pasado lunes, un comando de presuntos sicarios irrumpió con rifles de asalto en un palenque clandestino del poblado de La Gironda, en el municipio de Zitácuaro, colindante con el Estado de México, asesinando a cuatro hombres e hiriendo a siete más.
Previamente, durante la madrugada del domingo, un grupo de sicarios atacó con ráfagas de rifles de grueso calibre el bar “Chivis”, en el municipio de Cuitzeo –a 35 kilómetros de la ciudad de Morelia, capital del estado-, asesinando a dos hombres y lesionando a seis personas. Una mujer, dueña del establecimiento, ha sido reportada como desaparecida.
La Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), estima que en Michoacán han sido encontradas en los últimos años al menos 14,000 osamentas, que permanecen sin identificar en salas forenses a lo largo y ancho del estado.
México ha registrado los dos años más violentos de su historia en los primeros dos años del presidente Andrés Manuel López Obrador, con 34,682 homicidios en 2019 y 34,557 en 2020.