Como recordó el presidente de la COP26, Alok Sharma, en su comparecencia diaria, el mundo natural absorbe el carbono que emitimos y puede funcionar como primera línea de defensa contra los efectos del cambio climático.
Y alertó, a modo de ejemplo, de que si el calentamiento alcanza los 1.5 grados respecto a niveles preindustriales, el 70 % de los arrecifes de coral desaparecerá, y lo harán en su integridad si se superan los 2 grados.
La medida estrella conocida en la misma jornada en que decenas de miles de personas desfilaban por Glasgow para reclamar a los gobiernos más acciones y menos palabras fue el compromiso de 45 países a tomar medidas para avanzar hacia una agricultura y una gestión del suelo más natural y sostenible, medidas que tendrán especial impacto en Latinoamérica.
Entre los Estados que rubricaron alguno de los dos pactos -la Agenda de Acción Política para la Transición a la Agricultura Sostenible y el Diálogo del Bosque, la Agricultura y el Comercio de Materias Primas- están España, Colombia, Costa Rica, Perú, Brasil o la India.
Esos compromisos incluyen la movilización de 4,000 millones de dólares en nuevas inversiones públicas dedicadas a la innovación en agricultura.
Los países promoverán medidas para desarrollar nuevas variedades de cultivos "resistentes al clima" y "soluciones de regeneración" para mejorar la calidad del suelo.
Canadá destinará 1,000 millones de dólares (870 millones de euros) de los 5,300 millones (4,600) que forman su paquete de financiación climática en los próximos cinco años a soluciones basadas en la naturaleza con beneficios para la biodiversidad en los países en desarrollo.
También se informó de que el sector privado se suma a esta movilización con el compromiso de casi un centenar de grandes compañías de convertirse en "positivas para la naturaleza" y trabajar para detener y revertir el declive natural antes de 2030.
En ese sentido, las cinco mayores cadenas de supermercados británicas reducirán a la mitad el impacto ambiental de la cesta de la compra en el Reino Unido antes de 2030 gracias a una asociación con la organización de protección de la naturaleza WWF.
LA IMPORTANCIA DE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS
El día además sirvió para recordar la relevancia de las comunidades indígenas en la preservación de la biodiversidad.
Se calcula que las poblaciones indígenas son custodios del 80 % de la biodiversidad restante en el planeta, lo que les ha permitido convertirse en líderes en el desarrollo de alternativas naturales a los desafíos que presenta la crisis climática.
Fueron precisamente representantes indígenas quienes encabezaron la masiva marcha por el clima que recorrió las calles de Glasgow y también quienes colaboraron con el artista aéreo estadounidense John Quigley, quien desplegó este sábado una mariposa gigante del Amazonas en un parque de la ciudad para concienciar sobre la fragilidad de la selva amazónica.
Pese a la intensa lluvia y fuerte viento, Quigley, alias Spectral Q, estuvo trabajando desde antes del amanecer para realizar la intervención artística, una mariposa morfo azul (Morpho peleides) gigante que según explicó a Efe "representa la fragilidad y belleza de la naturaleza".
La mariposa, con sus deslumbrantes alas azules iridiscentes de 30 metros de ancho por 24 de alto, y rodeada por el mensaje "Amazonía por la vida: Protejamos el 80 % para 2025", también "representa lo que podemos perder si la Amazonía deja de existir", advirtió el artista californiano.
Entre los representantes de los grupos culturales y de indígenas latinoamericanos que colaboraron con Spectral Q para realizar esta intervención artística, destacó la presencia de Gregorio Díaz Mirabal, encargado general de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), que aglutina a 3.5 millones de indígenas de nueve países.