Mediante la búsqueda continua de mejores maneras de llevar a cabo los procesos físicos de transformación involucrados en las organizaciones, sean de naturaleza física, como la materia prima, o abstractos, como los datos y softwares, los ingenieros industriales contribuyen diariamente a que las industrias marchen sobre ruedas.
En el contexto actual, lograrlo requiere de profesionales con vocación, habilidades, actitudes y aptitudes enfocadas a la resolución de las nuevas situaciones, pues, de hecho, la disciplina ingenieril se caracteriza por ser extremadamente práctica, debido a que se basa en proyectos y necesidades de la vida real, consideró César Martínez Olvera, docente de la Escuela de Ingeniería de CETYS Universidad Campus Mexicali.
Añadió que los avances tecnológicos están influyendo tanto las herramientas ingenieriles que actualmente se utilizan, como los proyectos donde pueden ser utilizadas. “Con la introducción del paradigma de Industria 4.0, la ingeniería industrial se está viendo en la necesidad de formar profesionales que exhiban un conjunto de habilidades digitales nuevas, necesarias para interactuar de manera colaborativa e integrada”.
Es así como los ingenieros industriales de la Generación Z -nacida entre los años 1994 y 2004 - estará al frente de las nuevas huestes ingenieriles, encargadas de construir ambientes inteligentes que combinarán la inteligencia artificial, la robótica, y la computación basada en la nube, dejando huella como la generación más digitalmente conectada, al integrarse a la fuerza laboral.
“Esto abre oportunidades interesantes para las compañías del sector tecnológico, ya que las habilidades de la Generación Z permiten el desarrollo de conocimiento más allá del tradicionalmente adquirido a través del aprender haciendo, cuando se va de la mano de una nueva casta de empleadores visionarios y que promuevan el desarrollo del potencial de estas nuevas generaciones”.
En una era dominada por la pandemia del COVID-19, el cúmulo de conocimiento desarrollado por la ingeniería industrial como disciplina, va desde definir dónde instalar un nuevo centro de distribución y optimizar inventarios, hasta el manejo de estos de acuerdo a los patrones de comportamiento de la demanda, ha demostrado ser esencial.
Ha sido mediante la aplicación de sus conocimientos para optimizar los recursos limitados con los que se ha contado en medio de la crisis de salud y financiera, como los ingenieros industriales han logrado su mayor aporte.
“En resumen, el clásico ingeniero industrial está llamado a evolucionar en el llamado ingeniero industrial 4.0, un profesional que no solo tendrá como objetivo el desarrollar y establecer los procesos que soporten la creación de valor en la organización, sino que estos procesos se lleven a cabo en un marco de sustentabilidad, ayudados en gran medida de un componente tecnológico de avanzada”, concluyó el docente.