Existen ciertos pasos que deben seguirse para gozar al máximo del sabor del café, así como diversas formas de prepararlo para encontrar el punto exacto en donde los cuatro elementos clave se unen: el grano, el molino, la herramienta y la mano de quien lo prepara.
En este sentido, Balalaika, marca de café 100% mexicano, reconoce que el café es algo más que un grano es reflejo de quienes lo producen, de su cultura y tradición, al tiempo que también es contacto humano, conversación e intercambio de ideas.
Tomar café se asocia a momentos determinados, a días de mucho trabajo o tardes románticas, por lo que Balalaika se enfoca en ofrecer una experiencia afectiva y cultural a través de tres tipos de granos: para todos los días, para conocedores y para ocasiones especiales.
Sin duda, cuando se habla del mundo del café, es inevitable imaginar cómo se consume en otras partes del mundo. En Etiopía, el lugar donde nació la planta del café, su preparación se asocia a una ceremonia que se realiza por la mañana, tarde y noche en los pueblos. La ceremonia llega a durar dos horas y se considera de mala educación consumir menos de tres tazas.
Por su parte, en Italia uno de los rituales es consumir esta bebida de pie en un bar. Y aunque se sirve espresso durante todo el día, el café con leche es aceptable por las mañanas. Mientras que en Irlanda, el mundo del café se encuentra en los cocteles con café caliente.
México es cuna de varios tipos de granos de café y también tiene sus propios rituales para disfrutarlo. Los mexicanos son coleccionistas de historias y fabuladores cotidianos, por lo que Balalaika ofrece la posibilidad de acompañarlos en dichos momentos con sus mezclas únicas de café.
El café inspira a Balalaika a compartir los mejores granos para que cada persona cree su propio ritual para acompañar los momentos más placenteros de la vida.