Osaka anunció el miércoles, en su Twitter, que no iba a presentarse este jueves a la semifinal que tenía previsto disputar contra la belga Elise Mertens como protesta por el tiroteo que el pasado domingo sufrió Jacob Blake, un ciudadano negro de 29 años, en Kenosha (Wisconsin).
Blake recibió hasta siete disparos en la espalda por parte de un policía cuando éste intentaba detenerlo.
Sin embargo, el choque de la semifinal de Osaka con Mertens se llevará a cabo un día después de lo planeado después de que los organizadores del torneo acordaron suspender todos los partidos del jueves.
"Como saben, ayer me retiré del torneo en apoyo de la injusticia racial y la continua violencia policial", dijo Osaka, de 22 años, en un comunicado proporcionado a los medios de comunicación.
"Estaba (y estoy) lista y preparada para conceder el partido a mi oponente, sin embargo, después de mi anuncio y de una larga consulta con la WTA y la USTA, accedí a su solicitud para jugar el viernes".
La dos veces campeona de un Grand Slam admitió que "se ofrecieron a posponer todos los partidos hasta el viernes y, en mi opinión, eso atrae más atención al movimiento. Quiero agradecer a la WTA y al torneo por su apoyo".