"Diría que no habrá represalias, pero sí consecuencias. Cada país es responsable por sus decisiones", afirmó en una entrevista publicada este miércoles por el diario O Globo.
En ese sentido, el embajador estadounidense sugirió que la presencia de Huawei podría comprometer futuras inversiones por parte de empresas estadounidenses ante el temor de que sus secretos de propiedad intelectual sean violados.
"Primero, la información no estará segura. En cualquier momento el Gobierno chino podrá pedir a Huawei que la información sea mandada para ellos", subrayó Chapman.
"Los que están invirtiendo en farmacéuticas, en software, miran eso. Nuestra economía está basada en servicios. La mayor exportación de Estados Unidos es inteligencia, propiedad intelectual. Y Brasil tiene que hacer lo mismo, o va a continuar exportando productos primarios y no de alta tecnología", agregó.
La subasta del 5G ha generado gran interés internacional y se ha convertido en un nuevo capítulo de las tensiones entre Estados Unidos y China debido al apetito manifestado por el gigante chino Huawei para ofrecer sus tecnologías y las presiones públicas del Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, para que la compañía asiática sea vetada.
Pese a que Huawei no es una operadora de telefonía y no participaría en la subasta, se trata de una de las mayores empresas abastecedoras de infraestructura para tecnología 5G en el mundo, junto a la sueca Ericsson y la finlandesa Nokia.
Según Chapman, la selección de los proveedores de 5G no es una cuestión comercial para Estados Unidos, sino un asunto de "seguridad nacional".
No obstante, el vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao, afirmó recientemente que será difícil dejar fuera de la subasta a Huawei, aunque reconoció que habrá un aumento de las presiones en ese sentido a medida que se acerquen las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
El Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, alineado con Estados Unidos, ha intentado mantener el difícil equilibrio entre su mayor aliado político y su principal socio comercial, aunque la próxima subasta del 5G podría poner al país en una encrucijada.