Lejos quedan los 80, cuando comenzó junto a su hermano a diseñar bebiendo de la estética californiana. Cuando Julia Roberts lució una de sus camisetas en la película "Novia a la fuga", la proyección de su trabajo se propagó a toda la galaxia, después llegarían las actrices de "Friends" e incluso Jennifer Lopez, que utilizó uno de sus diseños en un videoclip.
La firma alcanzó, hace seis meses, un acuerdo para la producción y distribución mundial de sus prendas con la empresa italiana Velmar, una alianza "histórica" y que hacía presagiar que no acudiría a una nueva cita en la pasarela madrileña.
Sin embargo, la unión con el grupo que ampara firmas como Moschino y Alberta Ferretti, "no ha cambiado nada", ha confirmado a Efe el diseñador este jueves, que desfilará la próxima semana en Nueva York y Barcelona.
Con el nombre de "Thank you, next", quiere dar las gracias por el apoyo a su carrera mirando hacia adelante, sin perder tiempo en revisiones. Una razón por la que ha presentado prendas que llevan detrás una gran investigación "muy tecnológicas", ha explicado el diseñador.
En esta nueva etapa de desarrollo de nuevos materiales que se funden con diferentes texturas, y con el negro como hilo conductor, la firma ha presentado abrigos volumétricos, "muy oversize", en los que se aplica este nuevo lenguaje experimental, que también afianza en las siluetas.
De Japón vienen los tejidos de esta colección y la inspiración de los estampados con las máscaras del teatro kabuki.
Los nuevos patrones apuestan por menos faldas y más pantalón de estética deportiva sin dejar de ser "sexies", añadió el diseñador.
Por la mañana, el venezolano Hannibal Laguna recuperó algunos de los hitos de la "casa" en una colección en la que los estampados y los botines actualizan los vestidos de noche.
Hannibal Laguna presentó una colección de fiesta para el invierno, pero valida para cualquier época del año "desde México a Dubai", los destinos donde se encuentran gran parte de sus clientas.
"Phantasize" es el título de una colección extensa, con vestidos con estampados abstractos, una colección diferente a la que incorpora un juego de rayas verticales y al bies que actualiza sus primorosos bordados tridimensionales en cristal, envueltos en organza, que tampoco faltan.
Espaldas transparentes sobre tules invisibles con flores de terciopelo rompen el estigma de este tejido, habitual de los días de invierno, pero que el diseñador quiere incorporar a cualquier época del año.
"También se utiliza en climas cálidos desde México a Dubai. No puedo pensar solo en una mujer invernal. Muchas de mis clientas disfrutan de una temperatura cálida todo el año", ha dicho el diseñador, este jueves, a Efe mostrando un vestido en gasa con corte de "canastera", muy habitual en los días de verano.
El tejido estelar de la colección es el falla, habitual en las prendas de Balenciaga, "una maravilla que por sí solo se arma al andar", explica.
Laguna ha recuperado hitos de su costura de los 80 como los corpiños sobre bodies de doble crepé. Las combinaciones de organzas y satén con dibujos bidimensionales donde los colores se mezclan con tonos azul, mostaza y albero.
Diseños que alterna con sandalias y botines de media caña para transformar unos vestidos de fiesta a los que imprimen "juventud y un punto canalla y roquero".
El argentino Roberto Torretta consiguió, en su propuesta para el otoño-invierno 2020-21, que la elegancia en la mujer sea un don natural, un objetivo sin proponerselo, sin artilugios ni imposturas.
La fuerza y la calidad de sus diseños residen en un patrón que tiene el cuero como protagonista en vestidos chocolate, donde traslada la manga farol a la altura de codo.
Los años 70, una época que "me encanta", dice el diseñador a Efe, es el punto de partida de la colección, un concepto estético que queda reflejado en botas altas y tacones anchos y pantalones de pata de elefante.
Los trajes están muy presentes con chaquetas largas, a veces cruzadas que combina con "shorts". Los vestidos de distinto largo, mini y "lady", en lavanda es otro de los aciertos.
Las gabardinas se adornan con volantes que nacen desde el hombro hasta la muñeca, un aderezo que el diseñador también reproduce en blusas.
Tal y como empieza a ser habitual en el mundo de la moda, Torretta se siente comprometido en medio ambiente e introduce piezas de lino-lana ecológico en tonos crudos y deja para la noche los plata, el negro y el cuero un material que trabaja con destreza, que moldea a la perfección hasta conseguir unos magníficos esmoquines.