El beneficio, tras los 1,559 millones de euros de pérdidas del pasado ejercicio, tuvo que ver esencialmente con la plusvalía de 1,030 millones de euros realizada con la cesión en su filial Amadeus, explicó Air France-KLM en un comunicado.
El resultado de explotación fue positivo de 122 millones de euros, tras los 1,285 millones negativos hace un año, y eso pese a que la factura de carburante se incrementó en 1,000 millones de euros debido a la escalada del precio del petróleo.
La facturación se incrementó un 12.5 por ciento hasta 23,615 millones de euros, mientras que los gastos de explotación subían un 5.4 por ciento hasta 23,490 millones y sobre todo por el alza del carburante.
Si se eliminara el impacto de la subida del petróleo, la progresión de los gastos de explotación se hubiera limitado al 1.2 por ciento, destacó la empresa.
En esa misma línea, los costos unitarios aumentaron un 5.3 por ciento en términos absolutos, pero esa subida hubiera sido una reducción del 0.5 por ciento a precio de carburante y de tipo de cambio constantes.
La actividad de pasajeros registró un alza del 1.1 por ciento con una oferta de plazas prácticamente estable (-0.1 por ciento), de forma que el coeficiente de los aviones subió un punto hasta el 81.6 por ciento.
Mejor fue el comportamiento de la actividad de transporte de mercancías, con una progresión del 2.5 por ciento y un coeficiente de llenado de las aeronaves del 68.4 por ciento, 2.5 puntos porcentuales más que el ejercicio precedente.
En los tres primeros meses del año, el seísmo de Japón y las crisis políticas en Oriente Medio y África le costaron a la aerolínea en torno a medio punto de actividad y de ingresos unitarios.
Su resultado neto en ese trimestre fue de 367 millones de euros de pérdidas, tras los 691 millones también negativos en el mismo periodo un año antes.
El grupo franco-holandés avanzó que, en el marco de la continuación de sus "acciones estratégicas" de los últimos años va a lanzar la primera base en Francia fuera de París en el aeropuerto de Marsella a partir del próximo mes de octubre.
También sigue su programa de reducción de costos con un monto de 470 millones de euros anuales, y en la temporada de verano que ya ha empezado va a aumentar sus capacidades en un 5.7 por ciento gracias al uso de aviones más grandes o con mayor densidad de asientos, por la apertura de nuevas rutas y más números de enlaces con sus bases de París y Amsterdam.
No obstante, precisó que "si las condiciones de mercado lo exigieran" por el ritmo de crecimiento económico o por una caída de las reservas ante el encarecimiento del petróleo, "el grupo tiene la flexibilidad necesaria para adaptarse reduciendo sus capacidades".
De momento, puso el acento en que "las reservas siguen bien orientadas para los próximos meses".
Los objetivos en términos financieros pasan por incrementar el resultado de explotación en el actual ejercicio y una reducción "significativa" del peso relativo de la deuda.
El consejo de Air France-KLM va a proponer a la junta de accionistas que este año no se reparta dividendo.