Rusia agradece a Italia su postura a las sanciones y mira a la nueva CE

El presidente ruso, Vladimir Putin, agradeció el jueves a Italia por su postura proclive a zanjar las sanciones económicas de la Unión Europea (UE) y esperó que sean revisadas por la nueva Comisión (CE) pues, alegó, perjudican a ambas partes.

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El mandatario ruso se encuentra de viaje oficial en Roma y tras reunirse con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ofreció una rueda de prensa en la que agradeció la postura italiana de recuperar las plenas relaciones entre ambos bloques tras la crisis separatista en el este de Ucrania y el papel de Moscú en la misma.

En este sentido, y a preguntas de la prensa, Putin se refirió a la candidata a presidir la CE, la alemana Ursula von der Leyen: "No sabemos cómo será la nueva dirección pero en lo que respecta a la recuperación de las relaciones la posición de la nueva presidenta será muy importante", apuntó.

Para ello afirmó que en 2014 el intercambio comercial entre el bloque comunitario y Rusia equivalía a unos 450.000 millones de dólares y actualmente es de unos 200,000 millones de dolares.

"Estos 200,000 millones de dólares que faltan son beneficios no recibidos por Rusia y por Europa. Los occidentales no nos mandaron mercancías por miles de millones de euros. Es una pérdida para vosotros y para nosotros. También en empleo", declaró.

Y tendió la mano: "La nueva dirección europea quizá tiene en cuenta esto. Nosotros estamos preparados para hacer nuestra parte".

Putin llegaba a un país "amigo", gobernado desde hace un año por la coalición entre el antisistema Movimiento Cinco Estrellas y la ultraderechista Liga, que en el documento con el que sellaron su coalición consideraron "oportuno" retirar a Rusia las sanciones.

"Creemos que las sanciones no son un fin sino un régimen transitorio e Italia trabaja para que se creen las premisas que permitan superar este estado de las relaciones que no beneficia ni a Rusia, ni a la UE ni a Italia", dijo Conte.

El presidente ruso aseguró que "comprende" que Italia está ligada a los compromisos europeos pero apostó por su eventual papel a la hora de flexibilizar las relaciones: "Esperamos que Italia sobre las sanciones defienda un regreso a una relaciones a 360 grados con Rusia", defendió.

Ambos se reunieron en el Palacio Chigi de Roma, donde Putin fue recibido con honores y en medio de un amplio despliegue de seguridad en el centro de la capital, y sobre la mesa estuvieron los principales temas de política internacional.

Entre estos estuvo la crisis de Venezuela y Putin reconoció que "no puede ser indiferente" a la situación de este país debido a las inversiones millonarias que Rusia ha establecido allí.

"Tenemos buenas relaciones con el presidente (venezolano, Nicolás) Maduro desde hace mucho tiempo. Enviamos armamento y cooperamos en el sector de la economía y de la energía. Hemos invertido miles de millones allí. No podemos ser indiferentes a la normalización entre las partes", señaló.

Putin consideró "inadmisible" una intervención militar extranjera en Venezuela, apoyó el diálogo en Noruega entre la oposición venezolana y el chavismo, criticó la decisión del jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, de autoproclamarse presidente interino del país y abogó por el diálogo y los métodos democráticos.

Especial atención mereció Libia, país en guerra desde 2011y desde donde Italia recibe a gran parte de sus inmigrantes por el Mediterráneo central.

Putin aseguró su apoyo tanto al presidente del Gobierno en Trípoli apoyado por la ONU, Fayez al Serraj, como al hombre fuerte del este, Jalifa Hafter, y reprochó el "caos" a la OTAN por contribuir a la caída del dictador Muamar al Gadafi en 2011: "No debemos estabilizar nosotros la situación, debemos pedírselo a quien lo deterioró", criticó.

Putin también habló acerca de las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China y manifestó su deseo de que se llegue a un acuerdo "aceptable" para ambos porque de lo contrario "perdería la economía mundial, caerá el comercio, el PIB del mundo; será malo para todos".

Sobre estos temas, Venezuela, Ucrania o Siria, ha hablado Putin en todos los encuentros que ha mantenido en Roma, entre ellos uno inusualmente largo con el papa Francisco en el Vaticano y otro con su homólogo italiano, Sergio Mattarella.

Por la mañana Francisco y Putin mantuvieron un encuentro "cordial" en el que hablaron de la Iglesia católica en Rusia, de Venezuela, y de ecologismo, y del que el mandatario ruso se despidió agradeciendo al pontífice argentino esa conversación "sustanciosa e interesante".

Putin le regaló a Francssco ntes regalarle la película "Sin" (pecado) de Andréi Konchalovski sobre la vida del Miguel Ángel y un libro con las imágenes del film.

Concluyó la jornada con una cena con Conte y los vicepresidentes del Gobierno y líderes de los dos partidos de la coalición, Matteo Salvini y Luigi Di Maio, en la villa Madama de Roma.