Afectados por las inundaciones desconfían de soluciones del Gobierno de Paraguay

Los habitantes del Bañado Sur, una de las zonas de Asunción golpeadas por las inundaciones del río Paraguay, desconfían de las soluciones del Gobierno ante este problema cíclico, que ha obligado a unas 2.000 familias a dejar sus hogares y a la Junta Municipal a declarar el estado de emergencia este miércoles.

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Desde hace años, los pobladores de estas zonas, en el cauce del río, escuchan distintas propuestas de los diferentes Gobiernos, como la construcción de viviendas o la ampliación de la Costanera, como se conoce al paseo fluvial que bordea el río Paraguay.

Ninguna de estas iniciativas se ha materializado todavía y los vecinos se han visto de nuevo con el agua hasta las rodillas y cargando sus pertenencias en camiones para reubicarse en los diferentes refugios repartidos por Asunción.

En pleno proceso de mudanza, una actividad que ya se ha vuelto rutinaria, varios habitantes del Bañado Sur comentaron a Efe que ya están cansados de las promesas estatales.

"Está la Costanera, que se iba a hacer acá, con las casas para que no agarre más el agua, pero hasta ahora no veo nada en que esté ayudando el Gobierno", dijo a Efe Graciela Cubilla.

Cubilla, de 20 años, había regresado a su casa hace apenas unos días, después de dejar el refugio en el que se encontraba con su familia desde la última crecida.

Ahora han vuelto a empaquetar sus cosas, desde ropa hasta electrodomésticos, para iniciar la mudanza de nuevo hasta un refugio en el barrio de Sajonia.

"Sube el agua y es mortal, porque ves tus cosas cómo se descomponen, ves criaturas (niños), animales... De ir y venir ya se descomponen las cosas materiales y se roba...", añadió.

La última crecida del río Paraguay comenzó hace apenas dos semanas y muchos de los habitantes del Bañado, al igual que Graciela Cubillo, ya han abandonado sus casas a causa del agua.

En el barrio, las mudanzas a causa de las inundaciones empiezan a afrontarse con normalidad, después de la frecuencia con la que se suceden en los últimos tiempos.

"Vivo en el Bañado. Estamos con el tema de la crecida hace varios años, siempre he vivido aquí, pero se está repitiendo frecuentemente", relató a Efe Hugo Campos, otro de los lugareños.

Campos salió hace un año en libertad de la prisión de Tacumbú, en Asunción, y aseguró que "allá se vive mejor" que en los refugios por los que ha tenido que pasar desde su puesta en libertad a causa de las crecidas.

"Se dice que se van a hacer unas casas para el Bañado, pero hace varios años ya que se está diciendo eso y nunca. No confío, es una mierda este nuevo presidente (Mario Abdo Benítez) de ahora", manifestó.

Por el momento, esas casas en altura no han llegado, aunque desde el Bañado, con el agua cubriendo las viviendas hasta una altura de medio metro, se divisa el nuevo perfil de Asunción, con altos edificios en las zonas más desarrolladas de la capital.

Rocío Domínguez tampoco confía más en los proyectos del Estado y anhela irse a vivir "muy lejos", "donde no sea así de bajo".
"Yo no confío, ni esperanza tengo en ellos. No nos ayudan nunca", explicó.

Al igual que otras familias, la suya también ha tenido que pagar el flete desde su casa al refugio, ya que la actuación de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) y el Ejército no siempre llega a tiempo.

"La SEN nos ayuda, pero ahora no conseguimos camión y tenemos que ver por nuestra cuenta. La gente que está en el fondo y que les agarró todo el agua allí está viniendo por su cuenta", apuntó Domínguez.

Los costes del transporte van desde los 100.000 guaraníes (unos 16 dólares) hasta los 400.000 guaraníes (cerca de 65 dólares), unas cifras elevadas para familias en las que en muchos casos solo trabaja uno de sus miembros o que se dedican a empleos informales.

La SEN cuenta con unos 16 camiones para entrar al interior de los Bañados, donde cargan maderos, chapas, colchones, electrodomésticos y hasta parrillas para que los damnificados intenten rehacer su vida durante el tiempo que se prolongue su estancia en los refugios.

La Junta Municipal de Asunción declaró este miércoles el estado de emergencia por las crecidas por un plazo de 90 días.

En la ciudad hay 2.000 familias desplazadas, una cifra que en todo el país roza las 20.000 familias.