El agente herido del ICE en San Luis Potosí se recupera, mientras sus colegas piden más protección

El agente del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), Víctor Ávila, herido el martes en un ataque a tiros en San Luis Potosí, México, en el que murió su compañero Jaime Zapata, se encuentra ya en casa, se informó hoy.

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Imagen cortesía del diario La Razón de San Luis Potosí, en la que se observa a varios policías federales mientras inspeccionan el vehículo de los agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por su sigla en inglés).

El ICE emitió un comunicado en el que reconoce el "gran heroísmo" de Ávila quien se recupera de las dos heridas de bala recibidas en una pierna.

"Su disposición a cumplir su misión por el pueblo estadounidense y servir en la línea ejemplifica su fortaleza de carácter y su valentía", dijo el director del ICE, John Morton.

"Honramos su servicio y oramos por su recuperación", añadió.

Ávila se unió al ICE en 2004 y fue asignado a las oficinas de la agencia en El Paso, para servir en la Unidad de Contrabando y Tráfico Humano. Se encontraba en una asignación especial como parte de su trabajo en  la ciudad de México, informó Morton.

Antes de ser agente del ICE, Ávila fue oficial de supervisión de libertad provisional del Sistema de Cortes de Estados Unidos.

Pete González, exdirector asistente del ICE en El Paso y quien entre 1997 y 2001 estuvo asignado a las oficinas de la capital mexicana, señaló hoy a Efe que es necesario que los agentes tomen precauciones adicionales en el vecino país porque enfrentan situaciones de alto riesgo.

"Hay que insistir en nuestro personal en ese país si bien no porta armas, por acuerdos con el gobierno mexicano, adopte las medidas de seguridad contempladas para ellos, como son viajar en vehículos blindados y usar chaleco antibalas", dijo González.

"Es necesario protegerlos tanto a ellos (los agentes) como a las familias de aquellos que deciden viajar con su esposa e hijos", dijo el exagente que se retiró en 2004.

Agregó que el ataque a los agentes del ICE, en el que murió el oficial Jaime Zapata, originario de Brownsville, Texas, afectó profundamente a todos, activos y retirados en la agencia.

El exdirector explicó que los agentes federales estadounidenses asignados a embajadas en el extranjero son elegidos en base a listas de voluntarios en las que se apuntan aquellos que quieren cumplir su misión en México y otros países.

Estos agentes, dice, no reciben remuneraciones adicionales más allá de ser instalados en departamentos ejecutivos colocados en complejos con casetas de vigilancia y consideran una suerte el ser seleccionados.

"Nadie se va obligado, ni por dinero; la mayoría decide irse porque quiere enriquecer su experiencia en la agencia trabajando desde el extranjero, entrenando a personal de agencias mexicanas como la PGR, la AFI y hasta a los militares, para colaborar en investigaciones de lavado de dinero, fraude y tráfico de personas, fraude, o en otras asignaciones especiales", sostuvo.

Aunque guarda buenos recuerdos de su estadía en México, afirma que son épocas diferentes, y si bien en 1997 pidió ser enviado a México y lo hizo con gran entusiasmo, en la actualidad no consideraría la posibilidad de viajar a ese país a trabajar.

Aunque trabajar en México se ha convertido en una situación muy arriesgada, las agencias seguirán enviado personal a ese país para trabajar coordinadamente con el Gobierno mexicano.

De acuerdo con ICE, actualmente hay trabajando en México 30 agentes y otros más de la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA) y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) en  la ciudad de Mexico y otras localidades como Monterrey, Hermosillo, Guadalajara, Ciudad Juárez, y Durango.