La cancillería envió invitaciones a todos los gobernantes de la región para que asistan a la ceremonia de cambio de mando que se realizará en el Congreso Nacional, en el puerto de Valparaíso, a unos 120 kilómetros al noroeste de Santiago.
En la ceremonia, ante el Congreso Pleno, la presidenta Michelle Bachelet traspasará el poder de la nación al mandatario electo Sebastián Piñera, quien ya gobernó este país entre 2010 y 2014.
Aunque Maduro aún no habría confirmado su asistencia al cambio de mando, su eventual presencia generó reacciones en círculos políticos chilenos.
Varios legisladores de la gobernante Nueva Mayoría, del izquierdista Frente Amplio y de la derechista Chile Vamos manifestaron que Maduro debería abstenerse de participar en la ceremonia debido a la crisis político, social, y económica que vive su país.
El senador derechista Francisco Chahuán señaló en su cuenta en la red social Twitter que el gobierno de Maduro vulnera las cláusulas democráticas de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) , por lo que “no es bienvenido” en este país.
El senador oficialista Jorge Pizarro comentó que en Venezuela “se vive una situación trágica, en la que Maduro está impulsando todo tipo de instrumentos y abusos para sojuzgar a la oposición democrática y perpetuarse en el poder. Si le queda un centímetro de inteligencia no debiera venir” a Chile, dijo.
El diputado liberal Vlado Mirosevic mencionó que “Maduro es un jefe de Estado, por lo tanto corresponde su presencia. Sin embargo, dado que se trata de un líder que ha abrazado prácticas poco democráticas, lo mejor sería que él mismo se restara”.
El diputado derechista Issa Kort aseveró que “debemos procurar demostrar nuestra molestia, preocupación y oposición a una posible visita del dictador Maduro”.
Añadió que el mandatario venezolano “se enfrentará a la molestia de quienes creemos que su régimen dictatorial no da garantías ni respeto mínimo a los valores democráticos”.