En las escalinatas de la residencia Miguel Alemán de Los Pinos, el titular del Ejecutivo indicó que hoy México reafirma su compromiso con la solidaridad internacional, los derechos humanos, las causas humanitarias y la búsqueda de soluciones que contribuyan a la paz y la seguridad.
El mandatario agradeció al Congreso de la Unión que con toda responsabilidad y sentido humanista aprobó esta legislación que da muestra de que trabajaron unidos por un objetivo común y con ello México reafirma su compromiso con la solidaridad internacional.
“Con esta nueva ley estamos generando un marco jurídico que da certeza a los procesos que deben seguir quienes buscan asilo en el país y que protege especialmente a los grupos más vulnerables. Así México se coloca en la vanguardia mundial en el derecho internacional de los refugiados”, expresó.
Citó que en el mundo existen unos 10 millones de refugiados que viven al amparo de naciones generosas que les ofrecen protección y destacó la histórica solidaridad en México ante el mundo para dar asilo a quienes lo soliciten.
“México es un país abierto al mundo y debe seguirlo siendo, un país incluyente y solidario, un país que ha tenido siempre abiertas las puertas para quienes necesitan protección”, mencionó.
Señaló que con esta nueva legislación se avanza para consolidar un país solidario que recibe y acoge a quien es perseguido, pues suficiente dolor implica ya la separación del hogar, de la tierra, de los amigos, de la familia y de la vida que se ha construido.
Por ello reiteró que con esta nueva legislación “nos ponemos en la vanguardia de la lucha por los derechos humanos”, y resaltó el compromiso de continuar trabajando por la construcción de un México de leyes, seguridad y certeza jurídica.
Agregó que también se fortalece la vocación humanista que ha enriquecido al país y que lo ha llevado a formar la nación pluriétnica, libre y multicultural.
Al reconocer que los retos en materia de asilo y refugio son grandes, debido a que se multiplican con relación a los casos de los que son perseguidos y cuya integridad corre peligro por motivos raciales, religiosos, políticos o simplemente por adoptar un determinado estilo de vida o preferencia, señaló los puntos más sobresalientes de esta ley.
Indicó que por primera vez México cuenta con un cuerpo legal específico para el refugio, con reglas claras que regulan el tema con definiciones para el reconocimiento, la cesación, la cancelación y la revocación de las condiciones de refugiado.
Esta legislación se adecúa a los compromisos internacionales que se han adquirido en esta materia como es la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados adoptada en Ginebra en 1951 y que en la Ley General de Población sólo se contemplaba como la definición derivada de la declaración de Cartagena.
Es así que entre otras causas se establece por ley que una persona puede solicitar refugio en México cuando es perseguida por su raza, religión, nacionalidad, pertinencia a determinado grupo social y opinión pública, e incluso en la nación se da un paso adelante al incluir al género dentro de estas causales.
La ley también prevé la posibilidad de reconocer como refugiados a quienes no llegaron al país en esa calidad, pero que ante cambios radicales en su lugar de origen se encontrarían en peligro de regresar a su país.
Destacó que la ley señala que no se devolverá a ningún solicitante o refugiado al país en que peligre su vida, libertad o seguridad, ni se sancionará a quienes ingresen a la nación de forma irregular porque es perseguido.
Además se considera en la ley como superior el interés de las niñas y los niños y no discriminará a ningún solicitante refugiado, se procurará la unidad familiar y se asegurará la confidencialidad de la información aportada por los solicitantes y refugiados, dijo.
También se incluye en esta ley que la Secretaría de Gobernación tendrá amplias facultades para que, en apego a la Constitución, conduzca los procedimientos que establecen requisitos, plazos y recursos para el reconocimiento, cesación, cancelación y revocación de la condición de refugiados, expuso.
En esta legislación, continuó, se contempla la figura de protección complementaria a la libertad y a la dignidad humana.
En esta ley también se prevén derechos y obligaciones para los refugiados como es que tendrán derecho al trabajo, acceso a la salud y a la educación, y recordó que desde 2009 los refugiados tienen derecho a afiliarse al Seguro Popular, refirió.
Calderón Hinojosa añadió que la ley establece con claridad que los refugiados deben respetar la Constitución, las leyes, los reglamentos y en general cualquier disposición adoptada para mantener el orden público y, desde luego, la vida política del país.