Tanto el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont como el vicepresidente del Gobierno catalán, Oriol Junqueras tuvieron que votar en un colegio diferente al que les correspondía, ante el impedimento policial para hacerlo.
Cientos de personas pasaron la noche en unos 163 colegios de Cataluña (noreste de España), para asegurar que se pueda votar este domingo en el referendo de independencia que convoca el gobierno local, mientras que el gobierno español dejó claro desde hace dos días que no tendrá lugar el proceso independentista.
El portavoz del gobierno catalán, Jordi Turull, pidió a la ciudadanía que acuda a votar de forma pacífica y aseguró que el 73 por ciento de las mesas electorales están abiertas.
Sin embargo, el gobierno español aseguró que la Guardia Civil desactivó el sistema informático anunciado a primera hora de esta mañana por Turull para permitir una nueva forma de votación.
También sostuvo que la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es "absolutamente profesional y templada".
El Ministerio español del Interior apeló a la tranquilidad en las calles y pide colaboración y respeto en los colegios para que las fuerzas de seguridad puedan cumplir con la orden judicial de impedir la celebración del referendo de forma pacífica.
"La actuación de @policia y @guardiacivil está dirigida a la incautación con proporcionalidad del material electoral", aseguró Interior en su cuenta de Twitter, e hizo un llamado a la tranquilidad.