La PGR interroga a centroamericanos que dicen ser testigos de un secuestro

La Procuraduría General de la República (PGR) iniciará los interrogatorios a un grupo de hondureños, guatemaltecos y salvadoreños que afirman haber presenciado el secuestro de 50 inmigrantes en el sureño estado de Oaxaca.

Fuentes de la PGR dijeron a Efe que los indocumentados se encuentran en la estación migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM) en Iztapalapa, en el este de Ciudad de México, a donde fueron trasladados.

Los centroamericanos "rendirán su declaración en calidad de testigos" para esclarecer el presunto secuestro del que dijeron haberse salvado, explicó la misma fuente, quien afirmó desconocer el número total de inmigrantes que darán su testimonio de los hechos.

El secuestro tuvo presuntamente lugar en un tren en el que los inmigrantes intentaban llegar hacia el norte de México y después de un operativo llevado a cabo el pasado jueves 16 por el INM en la localidad de Chahuites, en Oaxaca, donde fueron detenidos 92 inmigrantes indocumentados.

De acuerdo con el relato de los inmigrantes, kilómetros más adelante un grupo de personas paró el tren, de madrugada, y secuestró a 50 de los pasajeros.

El presunto secuestro fue denunciado por un cura católico que administra un refugio de indocumentados y también por la Cancillería de El Salvador, que exigió una investigación sobre los hechos, petición secundada por los gobiernos de Honduras y Guatemala.

En principio el gobierno mexicano descalificó esa versión de Relaciones Exteriores de El Salvador y dijo que la información no tenía "sustento", pero después ratificó "su preocupación por llegar al fondo en las indagatorias".

Las fuentes de la PGR explicaron que los agentes de la fiscalía tomaran las declaraciones y después los inmigrantes serán repatriados a sus países de origen.

La denuncia del presunto secuestro se produce después de que en agosto pasado 72 inmigrantes de Centro y Suramérica, 58 hombres y 14 mujeres, fueran masacrados en el estado de Tamaulipas, en el noreste de México.

Según las autoridades mexicanas, los autores de la matanza fueron Los Zetas, una organización criminal que se disputa el control del noreste de México con el cártel del Golfo.