El encuentro tuvo lugar en las instalaciones de la Región Naval de Acapulco, en el estado de Guerrero, donde las partes trataron sobre la colaboración en materia de seguridad.
La presencia de Kelly en el balneario mexicano generó un aparatoso dispositivo de seguridad, con la participación de efectivos militares y navales, así como de la Policía Federal, estatal y municipal.
El operativo no es casual, pues Acapulco resulta uno de los municipios más violentos de México, sobre todo por las pugnas y operaciones de grupos criminales dedicados al narcotráfico y otras actividades ilícitas, lo que ha motivado la presencia permanente de las fuerzas armadas en labores de seguridad.