Macri denunció que la expresidenta se “expresa convencida (de) un montón de cosas que realmente le han hecho mucho daño a Argentina”.
Algunas de esas políticas, explicó, se basaron en empeñar e hipotecar el país a partir de no invertir en energía e infraestructura, en descuidar el valor de la moneda y dejar que la inflación volviera a afectar a los trabajadores.
“Todas esas cosas muy malas son las que estamos intentando corregir a partir de un punto de partida muy complejo, porque realmente dejaron un país muy dañado”, aseguró.
Macri manifestó su convicción de que en las elecciones legislativas de octubre próximo “la mayoría va a ratificar el rumbo” marcado por su gobierno, aunque aclaró que “todos tienen derecho a competir, incluyendo la expresidenta”.
A dos semanas de que venza el registro de candidaturas, Fernández de Kirchner todavía no ha confirmado una postulación a la Cámara de Diputados o al Senado.
Los comicios son cruciales para el presidente Macri porque equivalen a una especie de referéndum a la mitad de su mandato, además de que un triunfo fortalecería su gobierno y le abriría la puerta a la reelección en 2019.
Lo que “queremos es realmente que los argentinos progresen con su propio esfuerzo y no a partir de políticas clientelistas”, afirmó el mandatario.
Al hacer referencia, pero sin mencionar de manera explícita al kirchnerismo, aseguró que ya no se debe replicar “un comportamiento mafioso que lo único que ha hecho es condenar y someter cada vez más gente a la pobreza”.
Confió, además, en que ahora hay una mayoría de argentinos “que queremos un cambio y vivir a partir de decirnos la verdad, de construir confianza entre nosotros y nos permita apostar todos los días por nuestro futuro”.