Inscrito en 1987 por la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) con dicho distintivo, el Centro Histórico de la Ciudad de México resulta un lugar interesante de visitar, pues fue edificado por colonizadores españoles en el siglo XVI sobre las ruinas de Tenochtitlán, la antigua capital azteca.
Además de cobijar los vestigios de cinco templos aztecas, esta plaza cuenta con una de las catedrales más grandes del continente americano y edificios públicos que datan de los siglos XIX y XX, como el Palacio de Bellas Artes.
Recorrer a pie el centro histórico brinda la oportunidad de observar edificaciones antiguas, subir a la Torre Latinoamericana para apreciar la vista de la capital mexicana, degustar la diversidad de platillos en los restaurantes del corredor Madero, por ejemplo, y concluir la jornada en alguno de los bares para paseantes trasnochadores.
Al sur de la Ciudad de México se encuentra Xochimilco, que recibió el distintivo internacional en 1987 y que con sus redes de canales y hermosas chinampas resulta un destino atractivo que invita a conocer los vestigios de las rutas de los aztecas.
Al surcar los canales es posible contemplar diversas especies de aves y visitar el mercado de artesanías, la Isla de las Muñecas y los museos Antropológico de Xochimilco y del Ajolote.
Otro atractivo es la casa taller del arquitecto mexicano Luis Barragán, adscrita en 2004 como patrimonio cultural de la humanidad y el único inmueble que cuenta con este distintivo en América Latina.
De acuerdo con la Unesco, este lugar edificado en 1948 en Tacubaya, al poniente de la capital mexicana, constituye “un ejemplo excepcional de la obra creadora de este eminente artista durante el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial”.
La casa, que cuenta con una superficie de mil 161 metros cuadrados y tiene una planta baja, dos superiores y un pequeño jardín privado, ofrece visitas guiadas, aunque se requiere hacer reservación para apreciar el eclecticismo que confluye sus muros.
A su vez, el campus central de Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), edificado al sur de la Ciudad de México entre 1949 y 1952, consta de un conjunto de edificios, instalaciones deportivas y espacios abiertos.
Para la construcción de este espacio, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2007, fue necesaria la intervención de al menos 60 arquitectos, ingenieros y artistas.
De acuerdo con la Unesco, es un conjunto monumental que ejemplifica el modernismo del siglo XX e integra elementos urbanísticos, arquitectónicos, de ingeniería y paisajismo, los cuales hacen referencia a las tradiciones locales y en particular del pasado prehispánico de México.
En Ciudad Universitaria se pueden disfrutar las vistas del espacio escultórico, el jardín botánico y la famosa serpiente en el Centro Universitario de Teatro, además de recorrer en bicicleta las ciclopistas de la máxima casa de estudios, descansar en Las Islas y contemplar los murales de sus diversos edificios.