En ese contexto, aseguró que ante la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) México debe acudir con el propósito firme de generar valor.
"Veo absolutamente muy atractivo a México para nuevas inversiones. México debe entrar a esta negociación con un pensamiento muy importante: el proceso de profundización del TLCAN debe generar valor, no puede haber una negociación en la perdamos valor”, enfatizó
Refirió que los organismos homólogos del sector de Canadá y Estados Unidos coinciden en que el acceso a mercados abiertos en la región norteamericana es una situación que eleva la competitividad, ante la tendencia de integración geográfica que se presenta en el mundo, en especial de Asia, que es un rival grande.
“Hay una apuesta por el sector”, sostuvo el directivo, porque los tres países son miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC), la cual estipula que el arancel máximo que se puede cobrar entre naciones integrantes que no tengan TLC, o bien, al incumplir reglas de origen, es de 2.5 por ciento, jamás de 30 por ciento.
La regla de contenido regional en el TLCAN, detalló, es de 62.5 por ciento, la cual dijo que la industria automotriz de los tres países está dispuesta a conservar.
En su opinión, esta situación se demuestra en el hecho de que los componentes que conforman los automóviles realizan en promedio cuatro cruces fronterizos antes de convertirse en una autoparte que se instalará en un carro.
“El TLCAN ha sido un instrumento muy exitoso para generar valor en las tres economías que forman parte del mismo, y la industria automotriz ha sido probablemente el sector más exitoso”, expuso.
Prueba de ello, dijo Solís Sánchez, es que las autopartes de un carro hecho en Estados Unidos se hicieron en México, mientras que 40 por ciento de los componentes de los autos mexicanos son estadounidenses.
En este contexto, estimó que México estará listo para la negociación, pero habrá que esperar a tener contraparte, porque en Estados Unidos apenas se llevará a cabo el procedimiento para que el ejecutivo solicite la revisión del tratado al Congreso y éste apruebe la facultad del primero para hacerlo.