Estallan en júbilo familiares de los 33 mineros tras el rescate de Ávalos

Los familiares de los 33 mineros estallaron en un grito de júbilo apenas emergió de la cápsula el trabajador Florencio Ávalos, el primero en ser rescatado desde las profundidades de la mina San José, en el norte de Chile.

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En cuanto se asomó por el ducto la cápsula que traía en su interior a Ávalos, los familiares del minero y del resto de los obreros que aún permanecen al interior del yacimiento contuvieron el aliento, a la espera de verlo salir del artefacto.

Por eso, apenas emergió a las 00:10 horas locales (03:10 GMT) el primero de los mineros en ser rescatado, todos los familiares que seguían por televisión el operativo estallaron en un grito de júbilo y dieron rienda suelta a su emoción.

Lágrimas, gritos y abrazos se sucedieron entre las decenas de personas que acompañaban a los familiares de Ávalos, que se llevaban las manos al rostro, como intentando creer que el milagro había ocurrido: tenían a su ser querido de vuelta, sano y salvo.

En el lugar del operativo, en tanto, el capataz de la mina San José de 31 años de edad sonreía a los rescatistas que lo desenganchaban de la cápsula, mientras uno de sus pequeños hijos se acercaba, tímido y entre lágrimas, para abrazar a su padre.

Fueron 69 días de angustia y forzada separación que se esfumaron en un emotivo abrazo que Ávalos y su hijo se dieron en la explanada central del operativo, mientras los rescatistas ya preparaban la cápsula para continuar con el rescate de los otros 32.

Ávalos, quien era el camarógrafo de los múltiples videos grabados durante los más de dos meses que permanecieron a 622 metros de profundidad, fue elegido para abrir el camino hacia la superficie de “los 33 de Atacama”, como ya se conoce a los mineros.

El minero, casado y padre de dos hijos, quedó atrapado el 5 de agosto pasado en fondo del yacimiento de cobre y oro junto con su hermano menor, Renán Avalos Silva, a quien llevó a trabajar al yacimiento donde laboraba desde hace tres años.