Ellos están sanos y salvos; eso es una gran noticia para todo el mundo”, dijo luego de sostener un contacto telefónico con los mineros, y agregó que éstos relataron que sólo tienen problemas oculares producto del polvo en suspensión existente en el refugio.
El ministro Golborne informó que los mineros le comunicaron que “están bien, todos sanos, no han tenido ningún inconveniente, salvo uno que tiene dolor de estómago y dicen que tienen mucha hambre por razones obvias”.
“Más de alguno pidió una ‘chela’”, comentó con humor el funcionario.
Reveló además que los mineros le preguntaron sobre el estado en que se encontraban sus compañeros que salieron de la mina poco antes del derrumbe. “Cuando les contamos que estaban todos bien, se mostraron muy contentos”, apuntó.
“Les contamos que había un campamento con las familias (en las afueras de la mina) e inmediatamente hubo un “Ceacheí”, dijo el ministro en referencia a un tradicional grito utilizado en el país, principalmente en los deportes, para avivar a Chile.
El ministro añadió que en el primer contacto directo con los trabajadores atrapados desde el pasado 5 de agosto, luego que el domingo se comprobó que estaban vivos, “les comuniqué que todo el país está con ellos, les dijimos que los íbamos a cuidar y ayudar”.
“El refugio como tal no lo están utilizando porque tiene problemas de ventilación”, indicó por su parte el jefe del rescate, André Sougarret, y añadió que en la próxima “paloma”, un tubo habilitado para enviarles ayuda a través de un pozo de sondeo, se les enviará oxígeno.
El experto detalló que seguirán perforando para tener tres vías hacia el punto en que se encuentran los mineros, a unos 700 metros de profundidad: una para la sonda, una para la comunicación y otra de ventilación.
Una máquina especial, entretanto, arribará en las próximas horas para iniciar la labor de perforar un pozo de 67 centímetros de diámetro, por el cual intentarán rescatar a los trabajadores, no antes de tres meses, según las primeras estimaciones.