Sobreestimado volumen de población “nini” en México: SEP-Segob

Las secretarías de Gobernación y de Educación Pública coincidieron en que debe darse un manejo cuidadoso de las cifras sobre los denominados "ninis", jóvenes que ni estudian ni trabajan, pues en el país sólo 1.4 por ciento de la población, que asciende a 285 mil jóvenes están en esa condición.

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Con cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2009 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señalaron que hace 10 años ese segmento poblacional representaba 1.7 por ciento, cifra que disminuyó ligeramente a 1.2 por ciento en 2005.

Además, poco más de cuatro de cada 10 personas jóvenes entre 15 y 24 años realizaban alguna actividad económica de manera exclusiva; casi cuatro de cada 10 tenían como única ocupación estudiar, una de cada seis al trabajo doméstico y dos de cada 100 trabajaban y estudiaban.

Por ello, el manejo de las cifras sobre la población “nini” debe ser cuidadoso, resaltaron en un comunicado conjunto titulado "Los jóvenes en México, realmente ¿ni trabajan ni estudian?

Destacaron que el Programa Nacional de Población establece entre sus líneas de acción la importancia de favorecer el acceso de los jóvenes a todos los niveles y modalidades de la educación, abatiendo la desigualdad de género en el acceso a la misma.

También destaca la necesidad de alentar acciones y promover el acceso de la población joven al empleo, los recursos financieros y tecnológicos, así como a la capacitación y adiestramiento laboral, toda vez que son los jóvenes la pieza clave para encarar el envejecimiento paulatino y sistemático de la población mexicana.

“Es necesario aprovechar el bono demográfico para impulsar el desarrollo del país y que las generaciones actuales y futuras de mexicanos vivan mejor”, destacan las dependencias.

Indicaron que el término “ninis” es una situación que se considera problemática, pues se espera que los jóvenes se dediquen a una u otra actividad, en función de la etapa del curso de vida por la que transitan.

También es considerada por algunos especialistas como un problema de exclusión social, pues las instituciones tienen dificultades para acercar a todos los jóvenes las oportunidades de desarrollo que derivan en la acumulación de capital humano.

“La percepción generalizada de que existe una gran cantidad de jóvenes 'ninis' no se refleja en las cifras de la ENOE”, y con frecuencia el volumen de esta población se sobreestima debido a una conceptualización parcial del fenómeno.

Ello, debido a que algunas estadísticas en torno a esta población incluyen en ellas a jóvenes que se dedican al trabajo doméstico, entre los que la proporción de mujeres jóvenes unidas es predominante.

Ejemplificaron que la Encuesta Nacional de la Juventud 2005 reporta 24 por ciento de jóvenes entre 12 y 29 años que dicen no estudiar ni trabajar.

Sin embargo, de este conjunto, poco más de ocho de cada 10 son mujeres, entre las cuales cerca de siete de cada 10 están unidas y presumiblemente se dedican a la vida doméstica.

Otro 30 por ciento de las mujeres son solteras, pero podrían participar en las actividades domésticas de su hogar de origen, por lo que incluir a este subgrupo de la población joven entre los ninis parece inapropiado.

Cuestionaron el hecho de que las mujeres jóvenes se dediquen a actividades reproductivas y domésticas desde edades tempranas obedece o no a una situación de exclusión social que acota sus oportunidades y las orienta desde edades muy jóvenes hacia la vida doméstica.

La Segob y la SEP indicaron que de acuerdo con algunos expertos en la materia, el análisis riguroso de este subgrupo de la población debería excluir además de quienes se dedican al trabajo doméstico, a los jóvenes que actualmente se encuentran buscando empleo.

De igual forma a quienes tienen algún tipo de discapacidad que les impide realizar actividades económicamente productivas.

No obstante, “es urgente combatir el incremento de la tasa de desocupación abierta de los jóvenes, es decir, el porcentaje de población entre 15 y 24 años que, sin estar ocupada, ha buscado incorporarse a alguna actividad económica”.

Resaltaron que este indicador se ha incrementado entre los jóvenes en poco más de 50 por ciento en los últimos cinco años, al pasar de 6.6 por ciento a 10 por ciento entre 2005 y 2009.

“Asimismo, es fundamental atender las condiciones en las que se emplean los jóvenes trabajadores, pues frecuentemente experimentan situaciones laborales precarias e inestables”, puntualizaron las dependencias.