Junto con White, declararon anteriormente sobre el tema la misma Campbell y la actriz Mia Farrow, si bien sus testimonios se contradijeron en varios aspectos.
Las tres mujeres coincidieron en señalar que Campbell recibió diamantes en bruto la noche que siguió a una cena en 1997 en Sudáfrica, en la residencia del entonces presidente de ese país, Nelson Mandela.
Sin embargo, no se pusieron de acuerdo en el número de las piedras -una sola según Farrow, tres según Campbell, cinco o seis según White.
A la luz de los testimonios, a la fiscalía también le va a resultar difícil demostrar que esos diamantes provenían de "hombres de Taylor", como afirmó hoy White durante su declaración.
Según White, después de "flirtear" con Taylor durante la cena, Campbell mantuvo contactos por mensajes de móvil con hombres del ex presidente liberiano, tras lo cual la "top-model" le dijo que los diamantes prometidos por el ex mandatario africano "estaban cerca".
El abogado de Taylor, Courtenay Griffiths, puso en tela de juicio que el destinatario de los mensajes tuviese algo que ver con el ex presidente de Liberia, ya que ni éste ni sus hombres estaban en posesión de móviles en 1997.
Al final de la vista, uno de los jueces aclaró que en ese año, visitantes en Sudáfrica podían alquilar fácilmente teléfonos móviles.
La defensa también restó validez al testimonio de White cuando forzó a ésta a reconocer que solamente "suponía" que los hombres que llevaron los diamantes a Campbell trabajaban para Taylor, ya que en ningún momento vio el contenido de los mensajes en el teléfono de la modelo.
También calificó de "mentira" que los hombres tirasen a altas horas de la noche piedras en la ventana de White para avisarle de que traían algo para la modelo.
"¿Por qué tiraron piedras en su ventana, cuando no sabían que usted era la agente de Naomi Campbell, en lugar de simplemente mandar un mensaje de texto" a la modelo?, cuestionó el letrado de Taylor.
Al abogado le pareció inverosímil que "dos mujeres" (Campbell y White) abrieran "las pesadas puertas de madera" a dos desconocidos a altas horas de la noche en una casa en la que eran huéspedes y, mientras les invitaban a unas coca-colas, los hombres le entregasen a la modelo "un papel arrugado" con los diamantes.
La versión de White contrasta con la de Campbell, según la cual los hombres llamaron a la puerta de su habitación para darle el regalo, del que desconocía el remitente.
Según Mia Farrow, que testificó ayer, fue la misma Campbell quien a la mañana siguiente comunicó "bastante excitada" durante el desayuno que había recibido un "enorme diamante" de parte de Taylor.
El hecho de que Taylor pudiera haber dado diamantes a Campbell es importante para el caso, ya que el acusado afirma que nunca poseyó este tipo de piedras, mientras que la fiscalía sostiene que el entonces dirigente liberiano empleó los llamados "diamantes de sangre" para financiar a los rebeldes de Sierra Leona, que explotaban las piedras preciosas de forma ilegal en su país.
Taylor es juzgado desde enero de 2008 en La Haya por once cargos de crímenes de guerra y contra la humanidad por su implicación en el conflicto civil que asoló Sierra Leona entre 1991 y 2002 y que causó 50.000 muertos.
La acción de los rebeldes del Frente Revolucionario Unido (RUF) en ese conflicto fue financiada en parte por los llamados "diamantes de sangre".
Según la fiscalía del TESL, Taylor, que niega todos los cargos, participó activamente en el conflicto a través de la entrega de armas al RUF, el cual buscaba hacerse con el control de las minas de diamantes de Sierra Leona.