Luego de que este viernes el dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, manifestó al rey Felipe VI su disposición a hacer un pacto con el PSOE, teniendo como presidente a Pedro Sánchez y fungiendo él como vicepresidente, Rajoy advirtió al socialista que llegaría a la presidencia “hipotecado y humillado”.
La víspera, el presidente del gobierno en funciones declinó el ofrecimiento del rey Felipe VI de ser el primer candidato en optar a la investidura consciente de que no tiene los votos para mantenerse en el cargo.
Este sábado, en Córdoba, sur español, Rajoy defendió su decisión porque “sería un fraude y una falta de respeto a los demás comparecer en el Congreso para perder el debate de investidura”.
En tanto, el dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, y el del PSOE, Pedro Sánchez, comenzarán este fin de semana el diálogo para explorar la hipótesis de un gobierno tripartito en coalición con Izquierda Unida (IU) y presidido por el dirigente socialista.
Ambos dirigentes hablarán este sábado o mañana en un escenario marcado por la renuncia temporal de Mariano Rajoy (PP) a la investidura y la nueva ronda de audiencias del Rey que tendrá lugar la próxima semana.
De esta forma, el monarca comenzará, a partir del próximo miércoles, una nueva ronda de consultas con los partidos políticos, luego de que Rajoy declinara su oferta para ser el candidato en el debate de la investidura.
Según un comunicado de la Casa del Rey, Felipe VI pidió al presidente del Congreso, el socialista Patxi López, que el próximo lunes le facilite en una nueva audiencia la lista de los representantes designados por los partidos para acudir a esta nueva ronda.
Las diferencias entre el gobernante PP y el opositor PSOE continúan sin despejarse las opciones para acordar la formación del nuevo gobierno, surgido tras las elecciones de diciembre pasado.
Los dos mayoritarios partidos políticos siguen distanciados sobre la forma de desbloquear la falta de mayorías, pues el presidente en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, reclama que el PSOE le apoye a formar el nuevo ejecutivo, pero los socialistas rechazan dar ese respaldo.
En los comicios del 20 de diciembre, el PP obtuvo 123 escaños de los 350 del Congreso de los Diputados, por lo que para que Rajoy reciba la confianza de la cámara necesita 176 votos (la mitad más uno) o en una segunda votación que reciba más votos a favor que en contra, según el sistema parlamentario español.
Al siguiente día de las elecciones, Rajoy llamó a conformar un gobierno de coalición entre ambas formaciones (similar a la que gobierna en Alemania entre democristianos y socialdemócratas), pero el líder socialista Pedro Sánchez rechaza dar ese apoyo al entender que los ciudadanos quieren un cambio.