Lo anterior debido a los miles de estudiantes que cada año quedan fuera de la universidad por no alcanzar un lugar en las universidades públicas; además de que en los próximos diez años la presión para la educación superior será aún mayor, pues se prevé que el nuevo ingreso aumentará alrededor de 90 por ciento, impulsado por la obligatoriedad y la rápida universalización de la educación media superior.
Asimismo, el dictamen aprobado por la Comisión Permanente exhorta a la SEP, y a sus homólogas en las entidades federativas, así como a las universidades públicas a que atiendan el problema social de los aspirantes que ya fueron excluidos de la educación superior.
Los legisladores también solicitaron a la SEP a que solicite en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2016, un incremento de los recursos en gasto operativo para la educación superior.
Cabe destacar que México aumentó su gasto público en educación de 3.7 por ciento del Producto Interno Bruto en 1990, hasta casi 6 por ciento en 2010, lo que lo convirtió en uno de los países emergentes que más invierte en la materia, refiere el dictamen aprobado.
Sin embargo, el problema de la educación no radica en falta de recursos, sino en la distribución y transparencia del ejercicio de éstos, señala la propuesta de las diputadas Roxana Luna Porquillo, Gloria Bautista Cuevas, Graciela Saldaña Fraire y Magdalena Núñez Monreal, y del senador Luis Sánchez Jiménez.
El resultado de esta distribución se refleja en los lugares que ocupa el país en pruebas como el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés); en esta prueba se sitúa a México en el lugar 53 en matemáticas, 52 en ciencia y 55 en lectura, de una lista de 65 países evaluados, “lo que muestra un sistema educativo ineficiente”, señala el documento.
Por otra parte, la problemática de los estudiantes rechazados de las universidades también se debe atender, debido a que, en el examen de admisión de la Universidad Nacional Autónoma de México, el pasado 19 de julio, sólo 15 por ciento de quienes lo realizaron fueron aceptados.
Los legisladores de la Comisión Permanente coincidieron en que la educación es una palanca de desarrollo que permite incrementar el capital humano y fortalecer la cohesión y justicia social; enriquece la cultura, contribuye a consolidar la democracia y la identidad nacional basada en la diversidad cultural.
Además, la educación superior es vista como un pilar de la competitividad de los países, que coadyuva a México a insertarse en un sistema económico global que utiliza el capital humano y el conocimiento avanzado como principales factores de producción.