La clave de JuntoSalimos está en su comunidad de asesores. Estos provienen de diversas industrias (e.j. tecnología, banca, consultoría), disciplinas (abogacía, freelancers, emprendedores, profesionales del sector privado y público, academia) y compañías (e.j. Procter & Gamble, Google, McKinsey & Company, BID) que, por medio de la calidad de sus ideas, construyen su reputación online. Además, la plataforma se complementa con talleres de capacitación en metodologías como Design Thinking o Business Model Canvas.
A continuación comparto con vosotros, emprendedores y también intraemprendedores las lecciones aprendidas en JuntoSalimos, junto con algunas herramientas que os podrían ser muy útiles:
1
Desentraña las necesidades del mercado
Asegúrate de que desarrollas una solución que satisfaga una necesidad real. En este sentido, arranca segmentando a tus usuarios y clientes. Hecho esto, céntrate en el segmento que crees que tiene mayor probabilidad de utilizar tu servicio o producto.
Por otra parte, también es importante que tu solución abastezca un mercado suficientemente grande. En términos técnicos, hay tres conceptos importantes que debes manejar:
Total Available Market (TAM): la totalidad del mercado disponible.
Serveable Available Market (SAM): el segmento del TAM a la que te vas a dirigir específicamente con tu solución.
Serviceable Obtainable Market: el mercado que tú capturas.
En este artículo puedes encontrar más detalles de cada concepto.
Como punto final en el análisis del mercado, no olvides analizar a tu competencia identificando tus ejes de diferenciación respecto a tus posibles competidores.
2
Asegúrate que tienes un modelo sostenible y asóciate con quien más te conviene
Cerciórate de que desarrollas una solución que satisface una necesidad real dentro de un modelo económicamente sostenible. Un aspecto clave que debes manejar para ello son las “unit economics” de tu modelo. Analizar éstas te va a permitir asegurarte que los ingresos sean mayores que los costes. Hay dos variables interesantes a tener en cuenta: el tiempo de vida del cliente – life-time value en inglés – y el coste de adquisición de cliente – customer acquisition cost – en inglés. En este artículo puedes encontrar más detalles.
Además, busca socios cuando sea necesario. Se selectivo y estratégico porque pueden afectar a tu imagen de marca. Piensa en un socio o “partner” no como un cliente ni como un usuario, sino como una entidad con la que vas a colaborar y con la que se creará una situación igualmente beneficiosa para todas las partes.
3
Arma tu equipo
La clave del proceso de emprendimiento está en la ejecución y el equipo es su principal pilar. Es importante que los miembros del equipo tengan perfiles complementarios y que, además, sus roles no se solapen. Rodéate de gente positiva, soñadora y apasionada y todo será más fácil. Pero sobre todo, trabaja (y asegúrate) en que cada uno de los miembros crea en el proyecto y esté totalmente comprometido con convertir la idea en un éxito.
4
Diseña un prototipo
Para poder prototipar rápidamente una solución que se adapte a las necesidades de tu usuario, te recomendamos dos herramientas: el pensamiento de diseño o popularmente conocido como “Design thinking” y el Mapa de Empatía.
Este es un buen comienzo para desarrollar el Producto Mínimo Viable (o Minimum Viable Product – MVP – en inglés). Un MVP es una solución que contiene el conjunto mínimo y esencial de características que te va a servir para testear las hipótesis que tienes en mente sobre cómo va a funcionar tu solución. En otras palabras, aquel producto o servicio que si lo lanzas y funciona, te sirve para decidir escalarlo o que si no funciona, te sirve para recoger feedback para pivotar (ajustar e incluso redefinir) tu modelo. Esta terminología está muy bien definida en otra metodología que te recomiendo utilizar: Lean Start-up. El libro de Eric Ries al respecto es de lectura muy recomendable.
5
Adáptate y piensa también en los posibles riesgos
Innovar y emprender tienen algo en común: son un proceso y como tal, requieren ajustes y modificaciones. Analiza los riesgos de tu start-up y ten una estrategia de mitigación y un plan de contingencia.
Como se explica en la metodología Lean Start-up, cuando lances tu MVP apunta las hipótesis de cómo crees que va a funcionar. Pasado el tiempo, revisa tus hipótesis y analiza si se han cumplido en función del feedback que has recibido de tus usuarios y clientes y de sus interacciones con tu producto o servicio.
6
Escala tu modelo
Cuando hayas validado tu modelo, es momento de escalarlo. Para ello diseña tu estrategia de lanzamiento o “go-to-market strategy”. Arranca con tu persona (segmento inicial), el mensaje que le vas a trasladar y que contiene la propuesta de valor, y los canales para llegar a ese segmento. Mi consejo es que fijes objetivos cuantitativos (e.g. número de usuarios captados) para que puedas medir la eficacia de tu estrategia “go-to-market”.