Se espera que la nave de carga de 7.2 toneladas de peso, que orbirta fuera de control, se desintegre casi totalmente al entrar en la atmósfera probablemente la próxima semana. "Sin embargo los componentes de titanio o acero no se fundirán y caerán a la tierra", señaló.
Pero no es probable que tengan más de un metro de tamaño. "El riesgo para la población no es igual a cero, pero es muy bajo", dijo.
Cada año, chatarra espacial cae de forma incontrolada a la Tierra y hasta ahora no se conoce ningún caso en el que alguien haya resultado herido, dijo el experto.
El vicejefe de gobierno ruso, Dmitri Rogosin, dijo que se espera la entrada de la nave en la atmósfera entre el 5 y el 7 de mayo, según los últimos cálculos. Un análisis confirmó que el problema fue provocado por un defecto en el portacohetes, dijo el político responsable de navegación espacial rusa.
El transportador fue lanzado el martes desde la estación espacial de Baikonur, en Kazajstán, impulsada con un portacohetes Soyuz y cargada con 2.4 toneladas de provisiones destinadas a la ISS. Pero el portacohetes erró en alcanzar la órbita prevista. Entonces viró sobre su eje hacia un órbita equivocada y no se logró estabilizarla con ayuda de señales de radio. Las autoridades perdieron totalmente su control.